SANTIAGO.- Nació mientras su padre era Primer Ministro de Canadá. Así comienza la carrera de Justin Trudeau, quien próximamente se convertirá en el líder del Ejecutivo canadiense, luego de que el Partido Liberal (PL) que él lidera
ganara la mayoría de los cupos legislativos en los comicios de este lunes.
Su padre es Pierre Elliott Trudeau, quien en 1968 y también al frente del PL, fue Primer Ministro del país. Respaldado por una alta popularidad, se mantuvo en el cargo 15 años y es una de las figuras más reconocidas de Canadá.
Esta vez será Justin, el maestro de escuela de 43 años de edad, quien heredará la fama de su familia y se convertirá en el segundo político más joven en asumir el cargo de Premier en la historia del país norteamericano.
Desde el año 2000, en el funeral de Estado de su padre, Trudeau avivó los rumores de la continuación de la dinastía. Pronunció un discurso que mostró todo el carisma y compromiso que caracteriza a los de su apellido.
Posteriormente, la imagen mostraba a un joven Justin Trudeau, de tan solo 29 años, abrazando a un cercano a su padre: el entonces jefe de Estado cubano, Fidel Castro.
A pesar de esas primeras señales, Justin decidió estudiar Pedagogía y dedicarse a ella. Pero en 2008 debutó en la política cuando ganó el cupo parlamentario por Papineau, un conflictivo barrio popular de Montreal y una de las circunscripciones electorales más difíciles del país.
Sin embargo, su consolidación como un nombre fuerte se concretó en abril de 2013, cuando alcanzó el liderazgo del Partido Liberal al conseguir el 80% de los votos de los militantes.
El retorno de los liberales
A pesar del linaje político de Trudeau, hace algunos meses su candidatura mostraba pocas chances de alcanzar el éxito. Era demasiado inexperto a los ojos de sus pares y el partido estaba asediado por el desastre de las elecciones parlamentarias de 2011, en las que obtuvieron el peor resultado de su historia con solo 34 de los 338 cupos.
Precisamente su juventud y supuesta falta de trayectoria fueron las armas con las que el actual jefe de Estado y candidato a la reelección por el partido conservador, Stephen Harper, intentó aminorarlo.
Pero para sorpresa de muchos, los liberales superaron los 175 cupos, alejándose ampliamente del centenar alcanzado por los conservadores.
Para los expertos, los 78 días de la campaña más larga en la historia de Canadá, privilegió que los votos se inclinaran hacia el cambio radical al optar por el regreso de un apellido legendario.
La promesa del cambio
Al asumir la dirección de la formación política, el ex profesor sacó al partido del descrédito político con una promesa de cambio.
Gastará en infraestructura para estimular la reactivación de la economía, que se ha mantenido estancada en los últimos meses, y elevará los impuestos al 1% más rico para reducir los de la clase media.
Además, trabajará para retomar las relaciones de Canadá con el gobierno de Obama, que se quebraron durante el actual liderazgo.
Está a favor del aborto y se declaró estar "orgulloso de ser feminista". Además ha dicho que impulsará la discusión en torno a la legalización de la marihuana "de inmediato".
Finalmente, afirmó que luchará para establecer un acuerdo contra el cambio climático de cara a la reunión que realizará la ONU sobre este tema en noviembre.
