Pedro Ruminot fue el último humorista del Festival de Viña 2020, y al igual que sus antecesores, logró llevarse los máximos galardones ante un público que lo ovacionó por sus más de 80 minutos de rutina.
Tras una larga espera mientras se desarrollaba la final de las
Competencia Internacional y
Competencia Folclórica, el humorista llegó hasta el escenario de la
Quinta Vergara entre aplausos del público que escuchó atentamente la primera parte de su rutina, enfocada en el estallido social.
Luego, pasó a contar varias historias vinculadas a su vida, incluyendo su matrimonio con la también comediante Alison Mandel. Uno de los relatos más aplaudidos fue uno sobre chilenos en Miami que incluyó un resort, el exceso de comida y el alcohol.
Cuando ya llevaba cerca de 50 minutos en pantalla, comenzó a hablar sobre su madre y la tecnología, además de una tía y el uso que le da a la red social Facebook. Este fue otro de los momentos ovacionados en el recinto viñamarino.
Pero la mejor parte de su espectáculo venía en la segunda mitad, cuando recordó los años '90 interactuando con un joven "Alvarito" que se ubicaba en el sector platea del recinto viñamarino. Fue entonces cuando comenzó a entonar las primeras canciones de la época, aludiendo a las ventajas comparativas que tienen jóvenes actualmente.
Una de las sorpresas de este momento fue la presentación del ex futbolista Marcelo Barticciotto con el tema "Ya nada es importante", rememorando su presentación en Viña 1999 junto a Keko Yunge. Tras ello, fue el propio deportista trasandino quien le entregó la Gaviota de Plata a Ruminot en medio de los masivos aplausos del público que rápidamente pidió la Gaviota de Oro.
Ya en su cierre, llegó hasta el escenario Frank Madero, vocalista de la banda argentina El Símbolo, con los éxitos "1,2,3" y "Levantando las manos".
Ruminot saltó, bailó, cantó, tocó la guitarra, interactuó en numerosas ocasiones con el público y se mostró más confiado y con mayor fluidez en su relato en comparación a lo que fue su debut en 2016, el que fue calificado entonces como "un tibio show".
