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Críticos y un exdirector del festival evalúan actuar de Cárcamo y Godoy dado el contexto social: "Están en una situación difícil"

Ricardo de la Fuente, René Naranjo y Ana Josefa Silva comentaron a Emol su visión sobre el desempeño de los animadores del certamen, en sus dos primeros días de conducción.

25 de Febrero de 2020 | 16:59 | Por M. Álamos, Emol
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El Mercurio
El Festival de Viña del Mar 2020 se realiza en una realidad social compleja producto del estallido ocurrido el 18-O, y en la Quinta Vergara las tensiones y diferencias de opinión también se han manifestado. A pesar de contar con los mismos conductores del año pasado, María Luisa Godoy y Martín Cárcamo, la animación ha sido completamente diferente a la versión anterior.

En ese marco, en Emol contactamos a dos críticos de espectáculos -Ana Josefa Silva y René Naranjo- y a un ex director del Festival – Ricardo de la Fuente-, quienes dieron su opinión sobre el manejo de los animadores ante la difícil situación social.


El desempeño de los animadores en Viña 2020
Yo he encontrado muy buena la posición que ellos han tenido. Pienso que eso es fruto también de un buen trabajo de los ejecutivos y especialmente del director Felipe Morales.

Me ha parecido excelente el trabajo de los dos animadores por cuanto han sido sumamente cautos y lo que yo he escuchado por televisión ha sido, a mi juicio, una presentación con un discurso muy ecuánime al comienzo y con un casi permanente llamado a la conciliación, al respeto, a tomar una actitud fundamentalmente positiva, más que conflictiva o confrontacional. Eso ha sido fundamental para el desarrollo del Festival.

He encontrado que la interacción entre ellos ha estado bien complementada. Les falta un poquito de mayor sintonía entre ellos. Va de menos a más. El domingo los vi muy tensos, era un día difícil, se iniciaba el festival, no se sabía lo que se venía, por lo tanto, hubo bastante tensión, a pesar de que no se reflejó públicamente, fue fluido su discurso.

Ayer los encontré un poco más tranquilos aunque también alerta. Yo creo que de hoy al viernes vamos a tener una evolución significativa en términos de mayor sintonía entre ellos, en la medida que nos vamos tranquilizando. Las situaciones de tensión evidentemente son internalizadas por el conductor.

Este año la animación es distinta por la situación que se está viviendo. Yo la vi más fluida el año pasado que este año. Bueno, de lo que va de Festival. La encontré más tranquila, estaban mejor conectados entre ellos, me pareció más empática, con mayor sintonía entre ellos. Vuelvo a insistir, la situación es difícil y eso ningún ser humano puede ser ajeno a estos temas. (...) Esa tensión se manifiesta finalmente lo queramos o no desde el punto de vista psicológico.
Ricardo de la Fuente, exdirector del Festival de Viña
Los animadores están en una situación difícil porque tienen que presidir un festival con un público muy inquieto y mantener la situación bajo control, ese es el desafío. Y en eso yo creo que han estado demasiado fríos, demasiado formales y se han visto en general un poco distantes. Y les pasó las dos noches que han abierto el Festival. Además la producción pone a un volumen muy bajo el sonido del público, parece que estuvieran presentando el Festival en estudio. Se ven demasiado rígidos, como haciendo una presentación muy formal y por lo tanto fría.

Ayer se sintió muy fuerte eso en el momento de las Gaviotas con Mon Laferte, ese fue el momento más complicado para los animadores. Ella no quiso hablar porque parece que no quería tener contacto como con la institución del Festival. Se guardó y guardó un silencio muy tenaz. Puso en aprieto a los animadores que no supieron manejar bien la emoción que había en la Quinta en torno a la presentación de Mon Laferte. Ellos parecían desconectados cuando salen a entregarle la Gaviota.(...) Demasiado preocupados de no salirse del protocolo, por decirlo así. Poco cálido, poco cercano… pensando que era la gran noche de las mujeres chilenas.

Yo creo que ha sido demasiada la preocupación de la transmisión televisiva del festival porque no se escucha lo que grita la gente, lo que me parece que no tiene mucho sentido. Primero, porque uno se da cuenta de que tienen al público silenciado, y luego porque esas mismas protestas rápidamente se viralizan en redes sociales. Entonces, uno se entera muy rápido de lo que está pasando. Creo que se equivoca la producción televisiva del festival de tratar de acallar lo más posible lo que grita la gente. Corta la energía.

El Festival es un gran desahogo, es una gran catarsis nacional, colectiva. A la gente le gusta gritar y sentir que tiene el derecho de gritar, si así es el 'Monstruo', por algo nació. El 'Monstruo' en el fondo es una multitud que tiene derecho a decir lo que le da la gana y a que se haga lo que ellos quieran. Ir en contra de eso me parece que es un error y hace que estén demasiado tensos los animadores, como que no pueden soltarse. Hay que dejar que fluya la energía, esa es la gracia del Festival.

El discurso de Cárcamo, que hizo una breve intervención sobre el movimiento social, parecía un discurso de ministro, no era de alguien que estaba sintiendo ahí la emoción de la Quinta. Eso es lo que les falta. Y si la gente quiere gritar, dejarla que grite y después seguir adelante, estar conectados.

Respecto a la interacción entre los animadores yo creo que está bien. Los he visto bien aplicados en lo que tienen que hacer. El protagonismo ha estado más o menos repartido. Lo que falta es cercanía y conectarse con la emoción.
René Naranjo, crítico de espectáculos
A mí me parece injusto juzgar su desempeño porque ellos están en un contexto absolutamente especial y yo me pregunto qué animador estaría en condiciones de manejar un Festival con esta situación alrededor. Es cierto que en la Quinta se ha logrado establecer una suerte de burbuja pero sabemos que la van de la banda de Ricky Martin y de Kramer fueron apedreadas. En ese sentido, creo que ellos sí han tenido el aplomo. Honestamente no sé si yo tendría ánimos para decir palabras y sonreír sabiendo todo lo que está pasando afuera.

Están haciendo una labor de conductor, presentar, decir. Uno podría criticar que las palabras de introducción son lugares comunes, yo creo que no hay más espacio que para lugares comunes, en el caso de ellos.

(...) ¿Qué hace una pareja de animadores en ese esquema? Ese esquema es como un resabio de ese Festival donde había una gala, porque hay dos animadores vestidos de gala, chico y chica, como ese concepto que es como del pasado. Siento que no ha habido opción de actualizar el concepto animación. Entonces, no tiene que ver con cómo lo ha hecho Martín o la María Luisa, hay un concepto que está ahí que, a la velocidad en la que se han introducido los cambios en las situaciones y circunstancias, no es ni siquiera para culpar (a los conductores).

Yo no le veo mucho más margen a los animadores en una circunstancia así. En ese sentido, me parece fuera de lugar decir si lo han hecho bien o mal. Están en una circunstancia y han puesto "el pecho a las balas". ¿Qué mejor pueden hacer? La gente está con un ánimo totalmente distinto a lo que se les está ofreciendo. Ellos están animando una fiesta, pero la gente no está exactamente de fiesta. Lo está y no lo está. La efervescencia es de otra índole, entonces ¿esa conexión cómo la hacen? Creo que al final, esto del lugar común que a uno le resulta tan latero es como la estrechísima opción de la que disponen los animadores. Ellos no son artistas, los artistas pueden decir lo que quieran. Los animadores no.
Ana Josefa Silva, crítica de espectáculos
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