SANTIAGO.- La Feria Internacional del Libro de Santiago 2019 no se realizaría en la Estación Mapocho y aunque el evento organizado por la Cámara Chilena del Libro aún no tiene fecha ni locación determinada, al parecer se emplazaría en Espacio Riesco, en la comuna de Huechuraba.
La feria se inició en
1981 en el
Parque Forestal y ocho años después, en
1989,
pasó a la
Estación Mapocho. La última edición estuvo marcada por las
críticas de editoriales, autores y del público, en especial por el alto precio de las entradas y de los stands.
Ante este posible cambio de locación, editoriales y escritores hablaron con Emol para entregar su percepción sobre una probable Filsa 2019 en Espacio Riesco.
"Yo creo que el lugar para hacer Filsa es la Estación Mapocho", sostuvo Gustavo Rivera, gerente general de la Editorial Universitaria, la que participó el año pasado en el evento.
Por su parte, Víctor Hugo de la Fuente, director de edición de Le Monde Diplomatique, admitió que "me extrañó mucho porque, si el año pasado fue muy mala en la Estación Mapocho yo creo que en Espacio Riesco va a ser peor, porque lo aleja de la gente evidentemente".
"Pasar del centro de la ciudad, una zona muy diversa y popular, a un centro privado de eventos de difícil acceso para el ciudadano común, es poner una importante barrera entre el libro y la ciudadanía. Espero que Filsa pueda permanecer en un territorio más compartido por todos"
Paulo Slachevsky, Editorial Lom
Asimismo agregó que "hay un problema grave que se está manifestando un problema de fondo con la feria (...) Lo importante es que esté cerca de la gente y no lejos".
En tanto, Paulo Slachevsky, director general de Editorial Lom, aseguró que le parecería "lamentable" el cambio. "Pasar del centro de la ciudad, una zona muy diversa y popular, a un centro privado de eventos de difícil acceso para el ciudadano común, es poner una importante barrera entre el libro y la ciudadanía. Espero que Filsa pueda permanecer en un territorio más compartido por todos", señaló.
Los escritores no se quedaron lejanos a las críticas. Lola Larra, autora de "Al sur de la Alameda", también lamentó el posible cambio de lugar. "Me da mucha pena porque creo que la Estación Mapocho era una localización no solo hermosa por su arquitectura y lo que representa, sino que muy accesible. Espacio Riesco no lo es", afirmó.
Además comparó esta feria con algunas internacionales. "Hay ferias mundiales del libro, como la de Bolonia o Frankfurt, que se hacen en recintos feriales muy áridos porque son ferias que no son para el público (...) Cuando una feria no tiene ese carácter profesional solamente como Filsa, creo que más bien habría que apuntar a espacios más amables con el entorno más cercano a la ciudad", agregó.
Para Alberto Rojas, autor de "La lanza Roja" y "El secreto del Dresden", entre otros, el mayor problema no es la ubicación. "Me parece significativo que la Feria del Libro de Santiago cambie de sede justo cuando cumplía 30 años en la Estación Mapocho y ciertamente el Espacio Riesco es un espacio que ha alojado otro tipo de ferias, juega en contra que el metro no llega, pero la gente igual llega a través de transporte público o privado", expresó.
Sin embargo, Rojas apuntó que más allá de Espacio Riesco, "lo relevante de este tema es el modelo de Feria del Libro que necesitamos", aludiendo a la crisis de 2018.
"Yo creo que es un desastre esto, es un desastre para los libreros y lo van a pasar pésimo"
Jorge Baradit, escritor
El escritor de la trilogía
"Historia secreta de Chile", Jorge Baradit, indicó que a él
la noticia no le sorprendió ya que -dijo- el año pasado mucha gente le comentó que
"ya no era posible hacer la Filsa en Estación Mapocho, no iban a poder ocuparla".
Ante esto, a juicio del escritor "no hay otro lugar en Santiago, en los alrededores o en el centro, donde poder hacer un evento de esta magnitud. Santiago no tiene infraestructura como para albergar una feria del libro internacional".
Sin embargo, Baradit discrepó con Rojas en la idea de que la gente asiste de igual manera. "La alternativa son estos centros construidos a las afueras, diseñados para eventos, pero que tienen esto en contra que es la distancia, los problemas de conectividad, no hay metro cerca, entonces empiezan a elitizarse", opinó.
"Yo creo que es un desastre esto, es un desastre para los libreros y lo van a pasar pésimo", sentenció.
