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Boom del consumo: Las cifras récord que lo consolidan como el motor que impulsó la economía chilena en 2021

Los retiros previsionales y apoyos fiscales para las familias en medio de la crisis sanitaria, fueron el gran gatillante de la explosión de consumo anotada este año.

29 de Diciembre de 2021 | 08:04 | Por Ignacia Munita C., Emol
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De acuerdo al Banco Central, durante el tercer trimestre de 2021 se anotaron importaciones por US$22.526 millones, convirtiéndose en el mejor trimestre desde que se tiene registro.

El Mercurio
Un inédito 12% crecerá la economía chilena en 2021 -según estima el Banco Central-, una fuerte expansión que, además de la baja base de comparación, se explica fundamentalmente por la explosión de consumo, que ha batido varios récords en el año que se va y que -dicen los expertos- dificilmente se repetirá en los años venideros.

Los retiros previsionales y las ayudas fiscales para que las familias puedan hacer frente a la crisis pandémica fueron el gran gatillante del histórico consumo privado, llevando al PIB nacional a recuperar todo lo perdido producto de los grandes confinamientos para frenar el coronavirus en 2020, incluso llegando a los niveles de actividad previos al estallido social de octubre de 2019.

Según señaló el Banco Central en su último Informe de Política Monetaria (IPoM), la suma de las distintas contribuciones extraordinarias que se entregaron este año arroja una acumulación de recursos cercana a US$85 mil millones entre 2020 y 2021, equivalente al 34% del PIB, e indicó que la mayor parte de estos bienes "aún no se han consumido, siguen en las cuentas corrientes y vista de las personas, lo que permite anticipar que el mayor gasto persistirá en los trimestres venideros".

Asimismo, el ente rector exhibió en su IPoM que, a nivel de demanda interna, el consumo privado continúa mostrando registros especialmente elevados, superando sus promedios históricos. Por ejemplo, en lo que refiere al consumo de bienes durables, este "ya acumula varios trimestres de expansión a tasas muy significativas, alcanzando un nivel -ajustado por estacionalidad- que supera en más de 60% el registrado hace dos años".

Por otro lado, el consumo de bienes no durables y de servicios también anotó un alza importante hacia fines de 2021, favorecido por la mayor movilidad y los ajustes en el plan Paso a Paso.

Y este boom del consumo se vio reflejado en varios mercados, destacando, por ejemplo, el mercado automotriz. Entre enero y noviembre de este año, se vendieron 374.805 vehículos livianos y medianos nuevos, un 62,3% más que en el mismo periodo de 2020, cuando la industria semanaba a penas 230.773 unidades, según cifras de la Asociación Nacional Automotriz (Anac). Si la comparación se hace con 2018, el mejor año histórico del sector con 417.038 unidades vendidas, a la fecha hay apenas 7.500 unidades de diferencia.

Considerando que en diciembre de 2018 se vendieron 35 mil unidades, se ve difícil que este 2021 supere la cifra final marcada tres años atrás. Aún así, será el segundo registro sobre 400 mil unidades de la historia.

Ante ello, la economista Cecilia Cifuentes, profesora de ESE Business School de la Universidad de Los Andes, afirmó "sin ninguna duda, esta fue una reactivación basada en el consumo, que va a crecer a la mayor tasa de la que se tenga registro, pero además financiado con ahorros previsionales y fiscales y deuda pública. En 2021, el consumo privado sería un 12% superior al del año 2019, mientras que la inversión es sólo levemente superior al nivel que registró hace dos años atrás".

Por su parte, Guillermo Le Fort, académico de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, resaltó que "el consumo fue la transmisión del impulso de la demanda a la economía. El impulso vino de las transferencias fiscales y de los retiros que incrementaron la capacidad de compra de los consumidores en 2021. Por supuesto en desmedro de su capacidad de compra en el futuro".

Todo este escenario derivó en un fuerte histórico incremento de las importaciones. De hecho, de acuerdo a datos del ente rector, durante el tercer trimestre se anotaron importaciones por US$22.526 millones, convirtiéndose en el mejor trimestre desde que se tiene registro. Esto a su vez se traduce en un alza de 62,4% respecto a igual periodo de 2020 y de 33,5% al comprar con 2019.

"Sin ninguna duda, esta fue una reactivación basada en el consumo, que va a crecer a la mayor tasa de la que se tenga registro, pero además financiado con ahorros previsionales y fiscales y deuda pública. En 2021, el consumo privado sería un 12% superior al del año 2019, mientras que la inversión es sólo levemente superior al nivel que registró hace dos años atrás"

Cecilia Cifuentes, economista de la Universidad de Los Andes
Mientras que en octubre de 2021, las importaciones anotaron US$8.120 millones, siendo el mejor mes desde que estas se comenzaron a contabilizar, desplazando del primer puesto a agosto del mismo año (US$7.857 millones).

En tanto, las importaciones de octubre de 2021 estuvieron 68,1% por sobre las del mismo mes de 2020 y superaron en 46,8% las cifras de 2019. Solo entre octubre y noviembre de 2021, las importaciones de bienes alcanzaron los US$15.700 millones, por lo que es probable -a la espera del dato de diciembre- que los tres últimos meses del año marquen un nuevo récord.

Por su parte, la Cámara Nacional de Comercio (CNC) dio cuenta que durante el tercer trimestre de este año el Índice de Volumen de Importaciones del Retail marcó un auge de 54,8% anual, un significativo incremento pese a que la medición dejó de enfrentar bajas tasas de comparación en los cuatro periodos previos. Al contrastar con el segundo trimestre, el volumen importado de la canasta de bienes del retail se disparó un 33,3%, y respecto a igual periodo de 2019, apuntó un alza de 55,3%.

De esta manera, el indicador acumula entre enero y septiembre de este año un aumento de 59,2% respecto a igual período de 2020, en línea con los positivos resultados del sector.

Frenazo del consumo a partir de 2022

Ya para el otro año se espera que este fuerte impulso se ralentice, en línea con el fin de las ayudas del Estado y a medida que se acaban los plazos para ejercer los retiros desde los fondos de las AFP -en efecto, solamente el tercer 10% permanece vigente-.

De este modo, si bien la CNC demostró que, al analizar el índice de ventas presencial, entre agosto y octubre de 2021 se llegó a niveles de venta que están entre un 15% y 25% por encima de lo que históricamente se transaba.

Además, pese a enfrentar una alta base de comparación las ventas presenciales minoristas de la Región Metropolitana mostraron en el mes de noviembre una subida de 22,8%, desacelerándose eso sí frente al alza de 34,2% de octubre.

En relación al mes anterior, el indicador refleja una baja de 2,3%. De esta manera las ventas presenciales acumulan entre enero y noviembre un crecimiento real de 34%. En ese sentido, Bernardita Silva, gerente de Estudios de la CNC, rescató que "claramente este será un año excepcional para el retail, con crecimientos nunca antes vistos, pero no debemos olvidar que son factores transitorios los que están detrás de estos resultados, así en la medida que vayan desapareciendo y los ingresos familiares vuelvan a sus niveles 'sin ayudas', sumado a mayores precios, el sector comenzará a experimentar una contracción".

En efecto, el Banco Central estima que el consumo caerá 0,2% en 2022 y 1,5% en 2023, explicado por una reducción sustancial del consumo de bienes durables luego de su fuerte acumulación durante este año, como consecuencia de "la elevada base de comparación, la extinción de las transferencias fiscales directas, la utilización de la liquidez acumulada en los últimos trimestres, la mayor estrechez de las condiciones financieras y la acción de la política monetaria".

Impacto del consumo sobre la inflación

Ahora bien, al mirar desde otro ángulo, pese a que el boom del consumo ha impulsado la actividad económica, también ha repercutido en la inflación, que ha estado subiendo a nivel global, tanto en países desarrollados como emergentes.

En el análisis que elabora el Banco Central, influye el sostenido y explosivo nivel de la demanda mundial de bienes, combinado con una una oferta cuya capacidad de respuesta es limitada, ha impulsado los precios de materias primas, riquezas y servicios claves, como los fletes, que también se han visto afectados por los problemas logísticos en el transporte marítimo en todo el globo y las complicaciones de producción ante las medidas para contener al coronavirus.

Todo ello redunda en que el escenario central de proyección del ente rector contempla que la inflación total se mantendrá en torno a 7% por algunos meses, "para luego comenzar a descender hasta ubicarse en 3% dentro del horizonte de política de dos años".

Y desmenuza que, en el corto plazo, "la proyección se revisa al alza respecto de septiembre respondiendo al sostenido dinamismo de la actividad y el gasto, la depreciación adicional del peso, el aumento ya registrado de los precios de la energía, las sorpresas de inflación al alza de los últimos meses y el efecto de la indexación".

Hacia el mediano plazo, plantea que "un supuesto clave para la convergencia de la inflación a la meta es la resolución de los desequilibrios que presenta la economía chilena", considerando que los antecedentes apuntan a que en el tercer trimestre del 2021 la economía operó ampliamente por sobre su nivel potencial.

Con todo, la brecha se cerraría paulatinamente a partir del primer trimestre del 2022, retornando a niveles en torno a cero entre fines del 2022 y comienzos del 2023, un movimiento que "supone el término de los programas masivos de transferencias del Fisco motivados por la emergencia sanitaria, así como de los retiros extraordinarios de los fondos de pensiones. Este escenario también incluye una política monetaria más restrictiva y supone un retorno de las expectativas de inflación a dos años plazo a la meta de 3%", indica en su IPoM el Banco Central.
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