La Comisión de Comercio Internacional de Estados Unidos (ITC, por si siglas en inglés) determinó que la importación de arándanos frescos, refrigerados o congelados que llegan a ese país no representan una "amenaza" de daño grave a la industria frutícola de la potencia mundial, dando un respiro a los exportadores chilenos de arándanos.
De acuerdo con la resolución, tras la investigación que inició esa entidad en octubre de 2020, el volumen de arándanos que llega a territorio estadounidense de parte de otros mercados, como el chileno, no es tan "elevado" como para que sea una causa "sustancial de daño grave o amenaza de daño grave" para la industria local.
Con esto, dicha comisión dio por finalizada la indagación y no recomendará poner algún tipo de restricción para la exportación de ese fruto a territorio estadounidense.
El pasado octubre la ITC formalizó el inicio de una investigación sobre la eventual amenaza o daño a la industria local por el aumento de importaciones de arándanos frescos y congelados desde Canadá, Chile, México y Perú.
En caso de que la entidad hubiese detectado perjuicios significativos, debía proponer medidas restrictivas de reparación o salvaguardias globales, como sobretasas a la importación, cuotas u otras.
Tras conocer el inicio de la indagatoria, enseguida Chile adoptó una estrategia de coordinación para afrontar el proceso junto a los demás países involucrados, además de trabajar internamente en coordinación con el sector privado y la asesoría técnica de diversos estudios de abogados.
"Estoy seguro de que se determinará que los arándanos de Chile no son de ninguna manera una causa o amenaza de daño grave para la industria de EE.UU", sostuvo el subsecretario de Relaciones Económica Internacionales, Rodrigo Yáñez, en una de las audiencias a propósito de la investigación, la cual calificó de "desafortunada e inesperada" para Chile.
Entre los argumentos que expuso Yáñez, señaló que los arándanos chilenos que se exportan a Estados Unidos llegan "casi en su totalidad cuando no hay disponibilidad de arándanos frescos en EE.UU.", añadiendo que "nuestras estaciones son completamente opuestas a las de Estados Unidos".
Por ello, enfatizó en que "las exportaciones chilenas no pueden dañar o amenazar seriamente a los productores estadounidenses". Asimismo, indicó que los exportadores chilenos de arándanos invierten en programas de promoción y trabajan en estrecha colaboración con los productores de arándanos estadounidenses y organizaciones relacionadas. "Actuamos como un socio estadounidense, no como una amenaza", subrayó.
"Por estas razones solicitamos a la comisión que determine que las importaciones de arándanos en general, y en particular las de Chile, no han causado ni amenazan con causar un daño grave a la industria estadounidense", cerró.