SANTIAGO.- En 2015, el PIB corriente en Chile alcanzó los $159.533 mil millones, según las estadísticas del Banco Central de Chile. Ese mismo año, se realizaron horas de trabajo doméstico y de cuidado no remunerado tales que equivalieron a $44.492 millones. En un 66,5% de los casos, fueron hechas por mujeres. De haber recibido compensación económica por ellas, el PIB hubiera sido un 28% mayor al alcanzado ese año.
Es una de las conclusiones del estudio "Cuánto aportamos al PIB: Estudio de valoración económica del Trabajo Doméstico y de Cuidado No Remunerado (TDCNR) en Chile" elaborado por ComunidadMujer y presentado este lunes, un día después del 8M y durante una jornada de huelga nacional feminista convocada por organizaciones de mujeres, que buscaba precisamente visibilizar el aporte de la mujer a la economía y el funcionamiento del país.
Para determinar el valor del TDCNR, el estudio realiza primero una identificación del tiempo destinado a ello a partir de las subdimensiones de ese tipo de labores que figuran en la Encuesta Nacional de Uso del Tiempo (ENUT) realizada en 2015.
Luego, la valorización se hizo a través del cálculo de cuánto dinero tendría que gastar cada hogar en pagarle a una persona externa para realice dichas tareas, en base al salario promedio por hora de las personas que se dedican a este tipo de actividades en el mercado, diferenciando la renta obtenida por cada sexo.
Los resultados que arroja el informe, al aplicar la metodología, confirman "el gran peso que tiene el TDCNR tanto en el uso del tiempo como a nivel económico". "Las estimaciones realizadas revelan que, del total de horas de trabajo productivo, la mayor proporción corresponde al trabajo doméstico y de cuidado no remunerado (53%) que, a diferencia de otras actividades, es desarrollado mayoritariamente por mujeres (71,7%)", explica el informe.
Con estos cálculos, el estudio entrega un PIB Ampliado, que suma los más de $44 mil millones correspondientes al trabajo no remunerado. La nueva cifra alcanzó los $204 mil millones en 2015. Por lo tanto, todas las labores domésticas y de cuidado que no son compensadas económicamente equivalieron a un 22% del PIB Ampliado, y superaron la contribución de cada una de las otras ramas de actividad económica.
Labores con precio si las realizan personas ajenas al hogar
Según la ENUT, la población de 15 años o más dedica en promedio cerca de 7,9 horas diarias al trabajo doméstico y de cuidado no remunerado, lo que equivale a 19.537 millones de horas anuales a nivel agregado (53%). Se trata de la mayor proporción con respecto al total, y es desarrollado en un 71,7% por mujeres.
Estas tareas consideran cuidados de salud permanentes y a niños hasta los 14 años, además de adultos mayores. En el plano doméstico, implican limpieza de la vivienda, cuidado de ropa y calzado, reparaciones menores en el hogar, y abastecimiento, entre otras. En todas, el trabajo es realizado principalmente por el sexo femenino.
El estudio mostró, además, que la retribución que dichas labores reciben en el mercado son diferentes dependiendo del sexo de quien las realiza. Por ejemplo, una mujer gana $1.620 brutos por hora de limpieza de la vivienda, mientras un hombre gana $2.459 en el mismo tiempo por la misma tarea.
El estudio mostró que la retribución económica es distinta dependiendo de quién las realiza: una mujer gana $1.620 por hora de limpieza de la vivienda, mientras un hombre gana $2.459
Al hacer la operación matemática de valorización, se obtiene que las mujeres generan $7.976 millones por tareas de cuidado, $19.398 millones por labores domésticas en el propio hogar —considerando $5.793 millones por preparación y servicio de comida, y $3.741 millones por limpieza— y $2.224 millones por quehaceres para otros hogares.
En comparación, las tareas domésticas y de cuidado no remunerado aportan al PIB Ampliado más que cualquier otra rama de actividad económica. Mientras estas labores representan un 21,8% del nuevo total, los servicios financieros y empresariales alcanzan un 11,8%, la industria manufacturera un 9,1% y la minería un 6,7%.
"Este peso da cuenta de su relevancia a nivel económico y no se condice con la poca valoración social que tiene ni con la carencia de herramientas adecuadas para medirlo. En este contexto, tampoco se justifica la deficiencia de políticas públicas asociadas a mejorar las condiciones en que se realiza", explica el estudio.
"Las personas que realizan el trabajo doméstico y de cuidado no remunerado, en su gran mayoría mujeres, llevan siglos subsidiando el desarrollo de los países. Las labores que ellas realizan tienen un precio, pero solo si las llevan a cabo personas ajenas al hogar. Si las hacen ellas, dejan de tener un valor de mercado, aunque sobre sus hombros recaigan jornadas de trabajo no reconocidas ni valoradas y una inconmensurable responsabilidad", concluyen.
