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Reformar o morir: la encrucijada para la OMC en el siglo XXI en medio de las presiones de Trump

La Organización Mundial del Comercio ha sufrido un cambio desde la llegada del Mandatario estadounidense al poder, el que ha establecido diferentes barreras al comercio internacional.

29 de Enero de 2020 | 08:11 | Bloomberg/Editado por Felipe Solís, Emol
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Reuters
Cordel Hull fue el que ayudó a crear el sistema de comercio global moderno que finalmente condujo al advenimiento de la Organización Mundial del Comercio en 1995. Veía las batallas arancelarias como una amenaza para la paz internacional y abogó por la liberalización incondicional del comercio entre las naciones. De hecho, consideraba que las barreras al intercambio de bienes y la competencia económica desleal eran sinónimo de guerra.

Algunos historiadores económicos temen que el nuevo capítulo del creciente proteccionismo haya llevado a un momento existencial para la OMC. "Cordell Hull estaría preocupado por el estado del debate", asegura el economista de Dartmouth College, Douglas Irwin.

Además, agrega que "estaría muy preocupado por el deterioro del sistema de la OMC, ya que trabajó duro para reemplazar un enfoque de política de poder y ley de la selva para el comercio en la década de 1930 por el enfoque de estado de derecho que recibió el toque final en su tiempo".


El origen de la OMC

Así como la ONU reemplazó a la Liga de las Naciones después de que no pudiera evitar la guerra, el sistema de comercio internacional se vio obligado a transformarse en otra cosa después de perder su influencia. A fines de la década de 1980, el GATT estaba pasado de moda y caía en la irrelevancia.

La administración del presidente Ronald Reagan fomentó una crisis al golpear a los socios comerciales de Estados Unidos con aranceles unilaterales e impedirles buscar justicia a través del sistema de solución de controversias del GATT.

En la década de 1990, la administración Clinton dio un giro y acordó archivar algunas de las herramientas unilaterales del país a cambio de nuevas reglas para el comercio de servicios y la propiedad intelectual. Los más de 120 países miembros del GATT también acordaron crear un sistema de solución de disputas más dinámico para hacer cumplir esas reglas, y el acuerdo se incluyó en un tratado integral llamado OMC.

Cabe señalar que eran dos las funciones que debía cumplir la OMC al momento de su creación. Estas dos funciones son las negociaciones, que deben adoptarse por consenso entre todos los miembros, y la solución de controversias, que obliga a los países a cumplir con las normas de la OMC o enfrentar represalias. La OMC es como una bicicleta cuyas dos ruedas están representadas por las funciones de negociación y solución de controversias de la Organización.

Un funcionamiento correcto de la OMC brinda a las empresas la certeza y la previsibilidad que necesitan para invertir y operar en el extranjero. Eso, a su vez, puede fomentar el crecimiento económico global y la integración política de las economías grandes y pequeñas. Desde que nació la Organización, el volumen del comercio mundial casi se ha triplicado, mientras que su valor casi se ha cuadruplicado.


El "después" de la OMC tras la llegada de Trump

Hoy, la administración Trump está siguiendo un libro de jugadas estilo Reagan que está interrumpiendo los flujos de comercio internacional y mitigando el poder de la OMC para arbitrar disputas. El renacimiento del unilateralismo estadounidense ha estimulado un aumento en las restricciones comerciales mundiales, que ahora cubren más de US$700.000 millones en importaciones. Eso, a su vez, ha reducido las proyecciones de crecimiento del comercio mundial al nivel más bajo desde la crisis financiera de hace una década.

En el Foro Económico Mundial en Davos, Suiza, realizado la semana pasada, Trump le señaló a periodistas que él y el director general de la OMC, Roberto Azevêdo, habían discutido un cambio "muy dramático" en el futuro de la OMC. "Estamos hablando de una estructura completamente nueva para el acuerdo o tendremos que hacer algo", dijo Trump, sin dar más detalles.


La queja de Trump es que la OMC se convirtió en una herramienta legal para que los países ejerzan presión sobre EE.UU., o lo que su principal funcionario comercial llamó una "organización centrada en litigios" hace dos años. "Con demasiada frecuencia, los miembros parecen creer que pueden obtener concesiones a través de demandas que nunca podrían llegar a la mesa de negociaciones", señaló el representante de Comercio de EE.UU., Robert Lighthizer, a los asistentes a la 11a conferencia ministerial de la OMC en 2017.

Específicamente, la administración Trump ha alegado que Beijing roba propiedad intelectual estadounidense y despliega subsidios estatales masivos que crearon un exceso de acero y aluminio baratos. Estados Unidos también ha tratado de frenar la capacidad de China de beneficiarse de las preferencias de la OMC dirigidas a los países más pobres del mundo.

Trump reiteró esas quejas en Davos. "Nuestro país no ha sido tratado de manera justa."China es visto como un país en desarrollo. India es visto como un país en desarrollo. Nosotros no somos vistos como un país en desarrollo. En lo que a mí respecta, también somos un país en desarrollo".


Cabe recordar que en enero, Estados Unidos alcanzó un acuerdo comercial de "fase uno" con China para comprar más bienes estadounidenses y frenar las políticas chinas que obligan a las compañías estadounidenses a ceder sus secretos tecnológicos. Además, la decisión de la administración Trump de imponer aranceles de seguridad nacional a las importaciones mundiales de acero y aluminio ha dado como resultado concesiones comerciales de aliados estratégicos de Estados Unidos como Australia, Brasil, Canadá, Japón, México y Corea del Sur.

La opinión de otros países ante la presión de Trump

Por un lado, Estados Unidos ha llamado la atención sobre la OMC y ha provocado que los países intenten reformarla. Existe un amplio acuerdo en que la institución tiene problemas, e incluso los expertos reconocen que las preocupaciones de la administración Trump con el proceso de apelaciones pueden ser válidas.

"Sin esta sensación de crisis, probablemente habría una adaptación y los miembros no estarían tan inclinados a cambiar las cosas y cambiar el sistema", agregó el director general de la OMC, Roberto Azevedo.

Por otro lado, la mayoría de los países miembros de la OMC no están de acuerdo con la estrategia de la administración Trump de cerrar el Órgano de Apelación, por temor a que la medida conduzca al regreso de una era más peligrosa en las relaciones comerciales, donde el poder económico equivale a lo correcto.

"La forma de restablecer el equilibrio es fortalecer la función de negociación y fortalecer la función ejecutiva", recalcó Hillman, quien anteriormente era miembro del Órgano de Apelación. "En cambio, Estados Unidos ha decidido sofocar la función judicial. Para mí, ese es el camino absolutamente equivocado", concluyó el ex miembro del Órgano de Apelación.
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