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Parten nuevas negociaciones cruciales entre EE.UU. y China para resolver disputa comercial

La reunión entre ambos países busca resolver el enfrentamiento económico que han generado remezones en los mercados mundiales durante casi un año.

21 de Febrero de 2019 | 20:19 | AFP
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AFP
WASHIGTON.- Representantes estadounidenses y chinos iniciaron este jueves en Washington una ronda de negociaciones de última hora para intentar resolver un enfrentamiento comercial que desde hace casi un año inquieta a los mercados y a los industriales.

El representante comercial de Estados Unidos (USTR), Robert Lighthizer, el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, y, por el lado chino, el viceprimer ministro, Liu He, protagonizarán dos días de reuniones.

Este jueves, los funcionarios se reúnen en el Eisenhower Executive Office Building, contiguo a la Casa Blanca, donde ingresaron sin hacer declaraciones.

En Beijing, un portavoz del Ministerio de Comercio, Gao Feng, dijo que "estas conversaciones intensivas entre los dos equipos a cargo de la economía y el comercio tienen como objetivo trabajar incansablemente para alcanzar un acuerdo en línea con los consensos de los dos jefes de Estado".

Estas discusiones son la continuación de otra ronda de dos días de trabajo en la capital estadounidense entre delegaciones de ambos países, de la cual casi no se filtró nada.

Tras reconocer que las discusiones son "muy complejas", el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró el martes que las conversaciones transcurrían "muy bien", y que se podría modificar el plazo del 1° de marzo para que la Casa Blanca aumente a más del doble los derechos aduaneros suplementarios sobre 200.000 millones de importaciones chinas.

"No es una fecha mágica, porque pueden pasar muchas cosas", comentó Trump.

El mismo día en que se retoman las conversaciones con China, Trump dijo a través de Twitter que prefiere la competencia al bloqueo a empresas extranjeras para desarrollar las redes 5G en Estados Unidos.

No dejó claro, sin embargo, si pretende prohibir a empresas chinas, principalmente Huawei, el despliegue de esas redes, como han informado varios medios de comunicación.

Cosméticos y estructurales

"Creo que los dos presidentes", Trump y Xi Jinping, "ordenaron a sus negociadores concluir un acuerdo", estimó David Dollar, un experto en economía china en el Brookings Institution, centro de investigación sin fines de lucro y con sede en Washington.

"Aun habiendo un poco de flexibilidad en la fecha límite, existe una fuerte presión sobre los dos hombres", Lighthizer y Liu He, explicó a la AFP este ex emisario del Tesoro estadounidense en China.

"Acuerdo de fachada en perspectiva", afirmó William Reinsch, del centro de reflexión CSIS de Washington, "compromiso con efecto de anuncio", dijo por su lado Gary Clyde Hufbauer, del Peterson Institute of International Economics (PIIE). Lo cierto es que parece dibujarse cierto acuerdo en el horizonte.

"Estoy seguro de que terminará en algo que será muy cosmético pero que representará menos de lo que se pide", estimó Reinsch, quien fue subsecretario de Estado bajo el gobierno de Bill Clinton.

Estados Unidos reclama la reducción del déficit comercial con China, pero también cambios "estructurales", como el cese de la transferencia obligatoria de tecnologías, el respeto de los derechos de propiedad intelectual, el fin de la piratería informática y el levantamiento de las barreras no arancelarias.

Pekín podría ofrecer "comprar más productos estadounidenses", como la soja, "lo que seguramente alegrará al presidente Trump", indica Dollar.

Una difícil vigilancia

China podría "aceptar estampar en el papel las cuestiones estructurales pero luego será difícil para Estados Unidos pedir más", por ejemplo en materia de control de la aplicación de estos cambios profundos, agregó.

Una nueva ley sobre inversiones extranjeras sería presentada a la Asamblea Nacional Popular china, que comienza a sesionar el 5 de marzo, dijo el economista. Más allá de esto, "será francamente difícil pensar en medidas para verificar la aplicación" de las reformas.

"Quienes más podrán verificar" la implementación de las reformas estructurales "serán las compañías estadounidenses que mantienen negocios en China", sugiere Hufbauer, del PIIE. "Y es probable que los servicios del USTR las interroguen para evaluar al detalle si las cosas se mueven".

Reinsch es más pesimista. "Pienso que en aquello que insiste Lighthizer es un plan de aplicación muy intrusivo, con la facultad para Estados Unidos de conservar unilateralmente la posibilidad de restablecer los aranceles suplementarios, y no creo que los chinos puedan hacer todo lo que se les pida".

También Dollar sostiene que Estados Unidos pretende guardarse la carta de "la amenaza de los derechos aduaneros", pero ello puede llevar a prolongar "la incertidumbre de los medios de negocios".

Si hubiera acuerdo, la administración estadounidense se plantea la posibilidad de una cumbre entre Xi y Trump en las próximas semanas.

¿En Beijing o en Washington? "Los dos campos tienen su orgullo. Si el presidente Trump invita al presidente Xi a su propiedad de Mar-a-Lago, en Florida, con todos los honores correspondientes, creo que el presidente chino estará de acuerdo", concluye el experto de Brookings Institute.
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