La Superintendencia de Medio Ambiente (SMA) ofició el lunes junto a Sernapesca a las empresas
con una data de diez días o más y que, por ende, exhiben altos niveles de descomposición.
Además, ofició que en un plazo de 24 horas informen las acciones que tomarán con mortandades que están en tránsito o detenidas en Calbuco.
En este escenario, algunas autoridades cuestionaron la eficiencia y rapidez con que la industria ha actuado ante la emergencia ambiental que revisten estos desechos biológicos.
El intendente de la Región de Los Lagos, Leonardo de la Prida, reconoció que se produjo un atochamiento por la gran cantidad de barcos que llegaron a los puertos para desembarcar las mortandades.
De la Prida criticó a las empresas del sector. Según consignó el portal Aqua, la autoridad regional aseguró que se han enviado oficios a la SMA, "por cuanto estimamos que no ha habido la eficiencia ni la rapidez que podría esperarse de empresas con el tamaño y capacidad económica que algunas involucradas tienen".
Al respecto, SalmonChile afirmó: "la mortandad acumulada en los centros afectados supera ampliamente la capacidad de tratamiento y disposición de la misma".
El gremio agregó que por lo anterior, "se ha actuado con precaución y con una constante coordinación con las autoridades para finalizar los trabajos de disposición en el mar lo antes posible".
Tanto las autoridades como SalmonChile expresaron ayer su preocupación por la seguridad de los trabajadores que están realizando labores para retirar las mortandades que aún permanecen en el agua y las que están en tránsito.
El gremio que reúne a las empresas del rubro aseguró que "la industria pidió a la autoridad fiscalizar y, cuando corresponda, desembarcar al personal, de manera de evitar cualquier riesgo de contacto con ácido sulfhídrico, provocado por la descomposición de los peces".
En la mañana del martes, la seremi de Salud de la Región de Los Lagos, Eugenia Schnake, informó que se dispuso el retiro de los trabajadores de las naves, así como también la obligación de los empleadores de proveer de los elementos de seguridad necesarios para ellos.
Las medidas se tomaron luego que el domingo algunos trabajadores que retiraban salmones muertos de los centros de cultivo afectados decidieran, de manera voluntaria, abandonar las naves, tras verse afectados por la presencia de ácido sulfhídrico. Algunas organizaciones de trabajadores habían reclamado porque había empleados que llevaban muchas horas expuestos a mortandades con altos niveles de descomposición.
