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Los motivos que habrían sellado la salida de Guillermo Larraín de BancoEstado

El presidente de la entidad tuvo que dejar su cargo tras conocerse el alto costo que dejó la negociación colectiva con el sindicato de trabajadores, que fue equivalente al 40% de la capitalización de la estatal en 2014.

23 de Septiembre de 2015 | 08:37 | Emol
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Guillermo Larraín

Alejandro Balart, El Mercurio
SANTIAGO.- El martes el Ministerio de Hacienda anunció la renuncia de Guillermo Larraín como presidente de BancoEstado tras conocerse públicamente el resultado de la última negociación colectiva con el sindicato de la empresa y el millonario bono entregado por término de conflicto. En su reemplazo, a partir del 1 de octubre, asumirá Jorge Rodríguez Grossi, quien ejerció como miembro del consejo directivo de BancoEstado entre 2010 y 2014.

El bono por término de conflicto ascendió a $6,3 millones brutos para cada trabajador sindicalizado, cobertura que alcanza a casi el 100% de los nueve mil empleados. Esto se traducirá en un gasto de $58 mil millones, cifra equivalente al 40% de la última capitalización que recibió BancoEstado en 2014.

Este monto sería devengado durante los 27 meses en que se extiende el acuerdo; el que incluye además un reajuste de 3, 2 y 1%, según tramos de renta, consigna "El Mercurio".

Los términos conseguidos por el sindicato de BancoEstado son diferentes a los obtenidos por otros bancos en sus últimas negociaciones colectivas: Banco de Chile y Santander, por ejemplo, acordaron bonos cercanos a $4 millones en sus últimas negociaciones.

En la última negociación colectiva de la entidad estatal -realizada durante la administración del ex Presidente Sebastián Piñera- se acordó un bono de $4,3 millones.

La diferencia es que BancoEstado tiene un único sindicato, el Banco de Chile cuenta con siete y Santander con 24.

El peso del contexto

La negociación colectiva que enfrentó Larraín se desarrolló en un escenario complejo y álgido. Este proceso, que comenzó el 17 de julio, enfrentó un momento crítico el 26 de agosto cuando el sindicato votó la huelga.

Un día después, la entidad estatal decidió apelar a los "buenos oficios" ante la Dirección del Trabajo, en busca de una iniciativa para extender el plazo y conseguir un acuerdo entre las partes.

Pero no sólo BancoEstado enfrentaba una crisis que podría llevar a la paralización de las operaciones bancarias de la entidad. Metros más allá, La Moneda enfrentaba las consecuencias de la marcha de los camioneros y el álgido debate de la reforma laboral. Por esto, la instrucción desde el Ejecutivo a Larraín habría sido clara: evitar la huelga del banco.

Y si bien se evitaron las críticas que podría haber generado una paralización en medio del debate de la reforma laboral, el gasto que implicará el acuerdo choca con la señal de austeridad entregada esta semana por el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés.

Guillermo Larraín había manifestado ante los trabajadores del banco y con diferentes ejecutivos de mayor confianza lo contento que se sentía trabajando en BancoEstado. Es por esto que durante la jornada de ayer no pudo evitar mostrarse emocionado al informar a la plana mayor de la entidad que debía dar un paso al costado.
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