Los primos Grimalt están más vivos que nunca.
Team Chile
Día histórico para Marco y Esteban Grimalt (25°) en el vóleibol playa de Tokio 2020. La dupla chilena logró uno de los objetivos en este evento: Ganar su primer partido en unos Juegos Olímpicos.
Este viernes -en Japón-, los primos jugaron a gran nivel y barrieron a los marroquíes Mohamed Abicha y Zouheir Elgraoui (76° del ranking mundial) por un expresivo marcador de 21-14 y 21-12, el cual ahorra mayores comentarios.
Los chilenos dominaron el partido de principio a fin y nunca vieron en peligro su triunfo. En el primer set, los Grimalt se pusieron arriba desde el comienzo y con una cómoda faena se llevaron la manga por 21-14, sin dejar opciones a los africanos que nunca pudieron incomodarlos.
En el segundo se repitió la historia. Mismo trámite para llegar a un más amplio 21-14, para adjudicarse su primer éxito en una cita de los cinco anillos y con buenas perspectivas para el futuro en este certamen.
"Pudimos imponer nuestro juego, nuestro estilo de juego. Fue un partido redondo, siempre mantuvimos el marcador a favor y la presión durante todo el partido", dijo Marco, en conversación con TVN, tras su gran exhibición.
Por su parte, Esteban destacó que "ahora tenemos la chance de jugar otro partido, esperemos pasar de ronda como mejores terceros y sino habrá que ir a un repechaje".
¿Cómo es esto último? La pareja chilena ya aseguró el tercer puesto de su grupo y ahora queda a la espera de saber si clasificará directamente como uno de los dos mejores terceros a octavos de final, lo que se determinará más tarde con el final del resto de las zonas.
En caso contrario, si los Grimalt quedan en el grupo de los otros cuatro terceros, deberá jugar un partido de desempate para definir su paso a la ronda de los 16 mejores de esta disciplina, en la que ya habrá eliminación directa.
"Hemos cometido pocos errores, estamos jugando muy bien. Estamos muy confiados, vamos a ir con todo en la próxima fase que viene", relató Marco. Mientras que su primo Esteban aseguró que "las condiciones en Tokio son muy complicadas, pero sabíamos que sería así y lo pudimos manejar".
El sueño de los Grimalt está más vivo que nunca en estos Juegos Olímpicos.
