Audax Italiano es el flamante líder del fútbol chileno junto a O'Higgins con doce puntos, pero no lo pasó bien en el torneo pasado. Peleando el descenso, para el mercado de mitad de campeonato trajo algunos nombres, principalmente de la B. Arribaron dos que la rompieron: Gonzalo Álvarez de San Felipe y Joaquín Montecinos, proveniente de Melipilla.
El extremo de 25 años, hijo del mítico Cristian Montecinos, no sintió el cambio de división y rápidamente se hizo un nombre. Jugó 15 partidos como titular y con su desparpajo, gambeta y velocidad, aportó dos goles -uno de gran factura al campeón UC- y asistencia y terminó siendo clave para que el cuadro itálico se mantuviera en Primera.
Luego, tuvo ofertas para emigrar e incluso fue sondeado por equipos grandes, pero decidió quedarse en La Florida.
En conversación con Emol, Montecinos va más allá del fútbol: Cuenta sus inicios, sus "broncas" con los árbitros, lo importante de ser medidos en la crítica y algunas rencillas con rivales por su fama de "canchero".
De Primera B a Primera
- Joaquín, pasaste de la B a la A y llamaste la atención por tu estilo de juego... ¿Hubo mucha diferencia? ¿Cómo te tomaste el hacerte más conocido?
"No hay tanta, los clubes están muy profesionales. En Chile los jugadores han aumentado mucho físicamente, los equipos ya tienen una estructura que hacen que los partidos sean mucho más peleados. Para mí nunca ha sido tema el hacerse conocido, o la fama, siempre intento tener los pies sobre la tierra. No me creo más que nadie por ser futbolista. Te da felicidad sí cuando todos te aplauden, pero en esos momentos me acuerdo cuando salí de La Serena el último año y no tenía club, y pensaba 'si no tengo club me tendré que retirar'".
Así fue. Montecinos en 2018 no renovó con La Serena -club en el que estuvo desde 2013-, no encontraba equipo y pasó momentos difíciles. No terminaba de explotar y dejar la actividad fue opción. La cocina, su plan B. Incluso, siempre ha tenido la idea de ser chef. Por ahora el fútbol es lo primero.
"Te da felicidad sí cuando todos te aplauden, pero en esos momentos me acuerdo cuando salí de La Serena y no tenía club, y pensaba 'si no tengo club me tendré que retirar'"
Joaquín Montecinos
"Fue un mes y medio que lo pasé pésimo. Fue súper estresante, fue lleno de preguntas, no sabía qué iba a pasar. Ese periodo fue complicado, ahí llegó la oportunidad con San Luis, un alivio total, y además una motivación tremenda, era lo que yo necesitaba. Me maté entrenando, y jugué todo el año".
Luego, fichó en Melipilla, su estación previa a Audax. Hizo la vuelta larga, pero gracias a eso pudo madurar antes. No se arrepiente.
La "fama" de canchero
Montecinos destacó rápidamente cuando debutó en Primera. Corría todas las pelotas, no se cansaba de buscar el uno contra uno y brilló con luces propias en un aproblemado Audax. Algunos rivales no lo veían con buenos ojos.
- Joaquín, en algunos partidos fuiste elegido la figura y estabas recién llegado a la A... ¿cómo manejaste eso?
"No porque salí mejor jugador del partido mis compañeros van a ser menos, al contrario, porque ahí es cuando el compañero piensa: 'Ah, este se agrandó porque esta siendo figura'. Ahí es cuando más humilde hay que ser para no formar una coraza en los compañeros o en el medio que haga pensar de que uno se pueda agrandar".
- Eso también se puede dar por tu forma de pelear cada pelota...
"También me pasa a veces con los rivales, que me ven y dicen: 'Ah, este cabro canchero', y la verdad cada cual piensa lo que quiere. Es fácil hablar cuando uno no conoce a las personas. Me provocan por todos lados. Hay que ser inteligente, yo sé que soy pesado dentro de la cancha porque lo unico que quiero es ganar. El foco va tan derecho a lo que uno quiere, y puedes pasar a llevar a alguien".
"No porque salí mejor jugador del partido mis compañeros van a ser menos, al contrario, porque ahí es cuando el compañero piensa 'Ah, este se agrandó porque esta siendo figura'"
Joaquín Montecinos
Ser hijo de Cristian Montecinos, y el sueño de selección
Cristian Montecinos debutó en 1988. Jugó en equipos de Chile, Colombia, México y Medio Oriente y marcó más de 200 goles. También, vistió la camiseta de la selección chilena y jugando por el Necaxa se dio el lujo de hacerle un gol al Manchester United en el Mundial de Clubes en 2000.
- Joaquín, ¿te molestan las comparaciones, que a veces son inevitables, con tu papá?
"No lo veo como algo malo, me motiva. Uno se quiere hacer su nombre, nunca me he comparado con mi papá, son posiciones distintas, carreras distintas, él a los 23 estaba en Colombia, compararme con él es innecesario, otras épocas, otro fútbol. Disfruto cuando hablan de mi papá, porque yo sé que eso lo hace estar vigente, y eso lo hace estar mejor anímicamente".
Montecinos cuenta, además, el legado que le dejó su padre: Los árbitros. El extremo lo relata.
"Me pasa mucho con los árbitros que me tienen una bronca tremenda, no solo por mí, también por mi papá. Era muy pesado antes y el boca a boca es muy fácil. Todos los árbitros nombran a mi papá muchas veces, yo digo que qué tiene que ver eso, él hizo su historia y yo hago la mía. Te comparan en la parte mala, me dicen: 'Ah tú alegai todos los partidos como tu papá', y el fútbol si no se alega, es imposible".
También, revela que le prometió a su familia que jugaría en la "Roja" y cree que estando en Audax lo puede conseguir. Se le ve con confianza. Todo de la mano con el rendimiento del equipo.
- ¿Crees que estás cerca de la "Roja"?
"Yo creo que sí, vamos apuntando para allá, estamos encaminados, es inevitable no estar más cerca, estoy en un club que institucionalmente es muy bueno. Sobretodo ahora que está full el recambio, se puede dar, va todo de la mano con el rendimiento. Si no es ahora, que sea en un tiempo próximo".
Lo cierto es que en el actual torneo Audax está encumbrado. Le ganó, entre otros, al campeón vigente Universidad Católica y está en la cima. Montecinos sabe que mientras mejor le vaya al club itálico, más chances tendrá. Él y toda su familia aguardan la oportunidad.
