Uno que se atrevió a desafiar al "23".
NBA
Michael Jordan es, con pocas discrepancias, el mejor basquetbolista de todos los tiempos. Sin embargo, tenía un lado oscuro. Su obsesión por ganar lo llevaba a empujar a sus compañeros más allá de los límites. Los despreciaba, los insultaba, los golpeaba y a Horace Grant hasta lo quiso dejar sin comida.
Bill Cartwright es uno de los pocos que se atrevió a encararlo. El pívot arribó a Chicago desde Nueva York en reemplazo de Charles Oakley, amigo íntimo de Jordan.
El "23" lo trató mal desde el principio. Se burlaba de sus "dedos resbaladizos" y lo llamaba "Bill Médico", por las constantes lesiones que sufría. Incluso fue más allá. Le pidió al resto del equipo que no le pasara el balón. Finalmente, llegó el día en que Cartwright se hartó. Se lo llevó a un costado del camarín y le hizo una fuerte advertencia.
"Mira, no me gustan las cosas que te he escuchado decir sobre mí, ni que les digas a los chicos que no me pasen el balón. Si vuelves a hacer algo así nunca volverás a jugar al baloncesto porque te romperé las dos piernas", le dijo.
El entrenador Phil Jackson intervino para que la situación no pasara a mayores y encontró una particular solución al problema.
"Llegué a la conclusión de que en el equipo necesitábamos otro líder para equilibrar el perfeccionismo de Michael, de modo que nombré capitán a Bill Cartwright", escribió en su libro "Eleven Rings: The Soul Of Success".
Jordan y Cartwright nunca fueron amigos, pero luego del confronte "Air" comenzó a respetarlo dentro de la cancha. Juntos ganaron los primeros tres campeonatos de los Bulls en la década del noventa.
