Los tenistas chilenos Cristian Garin, Bastián Malla y Sebastián Santibáñez en agosto de 2010 consiguieron una hazaña el país: Se coronaron campeones mundiales en la categoría Sub 14.
Desde ese momento en adelante, se puso la lupa sobre estos jugadores, pero hoy, a pesar de las expectativas, los tres viven un presente muy distinto.
A casi 10 años de este título, ¿cómo han progresado Garin, Malla y Santibáñez?
Garin, el único en llegar a la élite
De estos tres jugadores, "Gago" es el único que logró seguir una carrera estable y, al insertarse en el profesionalismo, meterse en la elite mundial.
De hecho, en juniors Garin siempre destacó. Fue campeón de Roland Garros de menores en 2013 y ese mismo año alcanzó el cuarto puesto del ranking Sub 18, su mejor posición en la categoría.
Y debido a su gran potencial, en paralelo al circuito junior, también disputaba torneos profesionales e incluso ya en 2013 estaba dentro de los 400 mejores del orbe en adultos.
Sin embargo, a pesar de todo lo que prometía, a Garin le costó, como a muchos tenistas, demasiado superar la barrera de los torneos Challenger. Ahí estuvo estancado por años, pero a fines de 2018 finalmente lo logró.
Hoy, con 23 años y de la mano del argentino Andrés Schneiter, Garin pasa por su mejor momento: En un año ha ganado cuatro títulos ATP, está 18° del escalafón y es uno de los mejores tenistas del mundo.
Malla, el zurdo talentoso superado por la irregularidad
Luego del título mundial en 2010, Malla, quien en ese momento era el número uno de Chile y de Sudamérica en menores de 14, le costó un poco más en las siguientes categorías.
Su crecimiento fue más lento, por ejemplo que el de Garin, y en menores de 18 llegó hasta el puesto 56. De ahí en más, en el profesionalismo ha sido muy irregular y ha tenido muchos problemas.
Tuvo un período de su carrera en el que se escuchaba más de él por sus escándalos dentro de la cancha que por logros en los torneos.
"Esos temas de cabeza fueron cuando tenía 17 años. Hace mucho tiempo que no vengo haciendo 'shows' dentro de la cancha y uno va madurando. Quizás los periodistas o la gente me tiró para abajo porque yo era un 'pendejo', tampoco tenía la madurez", comentó Malla a Emol hace dos años.
Además de eso, atravesó por muchas lesiones y cambios de entrenadores. También estuvo retirado un tiempo .
A pesar de su gran talento, el zurdo de Antofagasta, quien hoy tiene 23 años, nunca ha podido meterse de lleno en los Challengers y su mejor posición histórica la consiguió en 2015, cuando llegó al casillero 362°.
Hoy está en el puesto 524° del orbe y sigue intentando conseguir su sueño de insertarse entre los mejores del mundo.
Santibáñez, el que escogió el camino de los estudios
Si bien Santibáñez era el menos dotado tenísticamente de los tres, después de ese título en 2010 siguió un camino similar al de Garin y Malla.
Jugó los mismo torneos que ellos, estuvo dentro de los 250 mejores en menores y con 17 años obtuvo su primer punto ATP al ganar un partido en un torneo Futuro.
Justo cuando pasaba por su mejor momento, a fines de 2013 sufrió una grave lesión que le cambió la vida. Se tuvo que operar de los dos lados de la cadera y estuvo más de un año sin competir. Pensó en dejar el tenis.
"Fue bastante duro, sobre todo porque me tocó la lesión en el peor tiempo, que era mi último año de estar en junior. No tenía un ranking increíble, pero hubiese podido jugar todos los Grand Slams. Eso fue lo que más me dolió", expresó Santibáñez en este medio en 2019.
Luego de años complicados, Sebastián tomó el camino que muchos jugadores toman: Los estudios. La Universidad de Lamar, de Estados Unidos, becó al tenista chileno.
En el establecimiento de Texas, desde comienzos de 2016, pudo estudiar becado y jugar en la NCAA división 1, la máxima categoría en el circuito universitario de EE.UU., la cual es muy exigente.
Ahí él fue importante para que su equipo gane en tres temporadas consecutivas su conferencia y el año pasado se graduó con un doble postgrado de Economía y Finanzas.
