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La imperdible historia de Federico Coria, el argentino que Garin venció en Río: Del drama que vivió de niño a recibir un duro castigo

El tenista trasandino, quien cayó en la primera ronda del ATP de Santiago, está pasando por el mejor momento de su carrera. En conversación con Emol revela cómo vivió el ser sancionado por no informar un intento de soborno y explica cómo se sobrepuso a la presión que tuvo por ser el hermano de Guillermo Coria.

29 de Febrero de 2020 | 15:00 | Redactado por Matías Harz, Emol
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EFE
Federico Coria, quien esta semana cayó ante Juan Ignacio Londero en la primera ronda del ATP de Santiago, ha vivido de todo en su carrera.

El tenista argentino creció bajo la sombra de ser el hermano de Guillermo Coria -ex número 3 del mundo-, fue castigado con dos meses sin jugar por no informar un intento de soborno y hoy, a sus 27 años y después de dar una larga vuelta, está pasando por el mejor momento de su carrera.

En medio de su estadía en Chile, "Fede" se dio el tiempo de conversar en extendido con Emol y contar su historia.

—Hoy estás 104° del mundo y pasando por tu mejor momento, pero hace menos de dos años no lograbas consolidarte, ¿cuál fue la gran clave para levantar tu nivel a fines de 2018?

"En esa época tuve la suerte de cruzarme con el 'Gringo' Schneiter (coach de Garin). No muchos lo saben, pero él fue quien impulsó mi carrera de nuevo. Hicimos una buena relación cuando él estaba en los Challengers con Cristian y el 'Topo' Londero. Él ahí me empezó a dar consejos a fines de 2018. Me entrenó durante la pretemporada de 8 a 10 de la mañana, porque después ya arrancaba el día con los chicos y era el único horario libre que tenía y me quería ayudar. Se la jugó. Le metimos duro".

Luego arrancó el 2019, Londero ganó Córdoba y Garin hizo final en Sao Paulo y después ganó dos títulos. Yo estaba muy mal económicamente y él fue mi entrenador por WhatsApp hasta que pude contratar un coach. Estuve todo el 2019 solo y el 'Gringo' me armó el calendario, me hablaba por mensaje antes de los partidos y todo por amistad. Él sabía mi situación, por cómo estaba mi cuenta. Fue todo de corazón. Estoy sumamente agradecido de él y del momento que está pasando con Cristian".

—Fue una especie de salvador…

"Sí, la ATP le debería dar un reconocimiento, porque tiene dos jugadores en un nivel altísimo y los agarró desde atrás. Para mí se debería premiar eso, no al entrenador de Djokovic, por ejemplo. El 'Gringo' puso a Cristian del puesto 250° al 18° y a Londero del 400° al 50°. Qué más valorable que eso", respondió, mientras un fanático se acercó a "Fede" y le pidió una foto: "Felicitaciones por todo lo que estás progresando. Te vi hace tres años en el Club Manquehue y has mejorado mucho", le dijo.

—Por lo que cuentas, admiras mucho a Schneiter y coincidentemente la semana pasada en Río tuviste que enfrentar a Garin en cuartos de final…

"Para mí el otro día fue muy incómodo jugar contra él. Lo quiero como un amigo, hablo con su familia y voy a visitarlo a la casa. Es difícil tenerlo en el banco contrario, porque sé lo bueno que es tácticamente y lo motivador que es. Cuando se suspendió por lluvia yo sabía que Garin iba a salir mejor".

A "Gago" le ganaste el primer set y lo estabas superando en el juego, pero como dices justo en el segundo set se suspendió el partido por lluvia y luego te dio vuelta el marcador. ¿Te perjudicó la lluvia?

"Sí, porque no estaba de acuerdo en cómo estaba jugando Cristian. Lo veía muy nervioso, sorprendido de que lo estuviese atacando. Tal vez esperaba que yo jugase más defensivo y sabía que el 'Gringo' le iba a dar un buen reto en el vestuario".

"Pensé en cambiarme el apellido, estaba muy quemado. Quería usar el apellido de mi mamá para simplemente no jugar en la cancha principal. Eso fue en junior, no quería que la gente me mirara y lo sufría mucho. Estaba muy perseguido. Veía dos o tres personas y pensaba que me estaban criticando y se estaban dando cuenta que yo no era ni el 10 % de mi hermano Guillermo"

Federico Coria, tenista argentino
—Dos años antes de este gran momento que atraviesas, a principios de 2018 pasaste por algo muy duro. Te suspendieron dos meses por no informar que te intentaron sobornar… ¿Cómo fue eso?

"Para mí es un tema cerrado, muy doloroso e injusto. Me suspendieron por no informar un intento de soborno. Tuve una reunión con la Unidad de Integridad del Tenis (TIU, por su sigla en inglés) y me preguntaron si alguna vez me habían sobornado y dije que sí. El error mío fue no haber mandado un mail e informarlo. Ahí sufrí una sanción, tal vez, más para la prensa o para hacer de ejemplo para otros jugadores a futuro. Es un castigo en algo en lo que estamos expuestos todos los días. Ahora se me puede acercar alguien y ofrecer algo… Bueno, me tocó a mí y no sé si mi apellido iba a hacer más importante la noticia. Es un tema que trato de olvidar, porque es una herida que siempre va a estar.

Lamentablemente siempre que salga algo con el tema va a estar mi nombre. Hay algunos periodistas o gente que no hace bien su trabajo, porque a mí no me suspendieron por corrupción, sino por no informar y eso es muy distinto. A veces se me pone en la misma bolsa y es doloroso, pero son las reglas del juego y hay que aceptarlas".

—Justo después de la sanción empezaste a jugar tu mejor tenis…

"Después de eso mi carrera renació. No sé si siempre te tiene que pasar algo malo para que venga algo bueno, pero hoy me están pasando un montón de cosas buenas gracias a la maduración que me dio todo ese tema, de ir a un juicio y demostrar mi caso, que fue durísimo. También me gasté muchísimo dinero en abogados. Mi carrera volvió a nacer a fines de 2018 y ahí apareció el 'Gringo' en mi vida".

—Nicolás Jarry ahora está sancionado temporalmente y viviendo algo similar… ¿Cómo son estos meses de incertidumbre para un tenista antes de saber qué ocurrirá?

"Tiene sus cosas malas y buenas. Empiezas a valorar cosas tan básicas como jugar. Es muy loco porque nosotros nacemos con una raqueta en la mano y nunca está el pensamiento de no poder jugar, a no ser que te lesiones. Pero que no te dejen jugar es algo tremendo. Lo de Jarry es una injusticia total. Mi hermano (Guillermo) también fue suspendido en su momento por unas vitaminas que estaban contaminadas. Después le ganó el juicio al laboratorio, pero no sirvió de nada, porque los meses de castigo se los comió igual. La mentalidad de él, cuando volvió, empezó a odiar un poco el sistema y su carrera terminó muy pronto. Todo porque fue sufriendo mucho todo ese tema.

Además, la gente es cruel, porque mezclan cosas. Lo que debe estar viviendo 'Nico' es muy feo, pero creo que va a demostrar que es inocente, porque lo conozco a él y a su familia. Cuando vuelva lo hará mucho más fuerte, porque uno empieza a valorar cualquier cosa. Cuando vuelves disfrutas todos los entrenamientos, tienes muchas ganas de ganar y de volver a hacer noticia por cosas buenas. Yo creo que de todo lo malo se puede sacar algo bueno y ojalá ‘Nico’ pueda sacar cosas positivas para cuando vuelva a competir".

—Después de tu caso quedaste muy mal económicamente, ¿cuánto te puedes llegar a gastar en un juicio así?

"Yo gasté unos 30 mil dólares, muchísimo dinero. Ni me quiero imaginar Jarry, que tiene otro estatus… El dinero que le habrán pedido para defenderlo. Yo de última me siento a negociar con los abogados y les digo: 'Yo soy Federico Coria, no tengo el dinero que recaudó mi hermano ni él tiene nada que ver con esto'".

—Tu hermano fue número 3 del mundo y finalista de Roland Garros, ¿cómo fue vivir y crecer como tenista bajo la sombra del "Mago"?

"Yo de chico tenía compañeros que el padre les pegaba si perdía o no tenían dinero para viajar si no ganaban. Si no ganaban, no conseguían un sponsor y si lo tenían, el sponsor le exigía resultados. Todo eso yo lo empecé a ver de más grande, cuando empecé a madurar. A los 14 o 15 años siempre pensaba que tenía mala suerte, en el ámbito tenístico, por ser hermano de Guillermo. Pero en mi vida personal no le veía nada positivo porque todo lo que pasaba en mi vida era por ser el hermano de Coria.

Si tenía una remera buena, en mi pueblo se decía que era por ser el hermano de Coria. Si iba a un torneo junior jugaba en la cancha principal y me querían hacer una nota si perdía. Yo quería pasar desapercibido y no se podía. Eso fue muy complicado, pero después pude revertir la situación. Simplemente entendí que no tenía nada de malo, no tenía que escuchar lo que se hablaba y tenía que estar orgulloso de ser hermano de alguien que fue 3 del mundo".


—¿Eso lo viste estando más maduro?

"Sí, pero me costó mucho. Mucho trabajo con el psicólogo, porque no podía levantar la cabeza. No podía disfrutar en la cancha. Festejaba simplemente si no me tocaba en la cancha principal, eso para mí ya era un alivio"

—Por todo lo que sufrías incluso llegaste a pensar en cambiarte el apellido…

"Sí, estaba muy quemado. Quería usar el apellido de mi mamá para simplemente no jugar en la cancha principal. Eso fue en junior, no quería que la gente me mirara y lo sufría mucho. Estaba muy perseguido. Veía dos o tres personas y pensaba que me estaban criticando y se estaban dando cuenta que yo no era ni el 10 % de mi hermano. Pero todos eran pensamientos de un chico de 14 años que sufría por ser observado. Yo quería ser como mis compañeros que pasaban más desapercibidos".

—Ahora, años después, estás pasando por tu mejor momento… Aparte del tema del "Gringo", ¿qué fue lo que hizo un click en tu juego?

"Todo eso que fui mamando de chico. Siempre fui de la idea de jugar bien para agradarle a la gente, entonces estuve muy confundido durante mucho tiempo. Buscaba ser agradable y en mi cabeza tenía una idea de cómo jugar bien, pero no la podía ejecutar. Me daba más satisfacción cuando podía jugar puntos, entrecomillas, lindos. Después cambié la mentalidad de que simplemente había que ganar como sea, aunque fuese pegándole con el marco, porque eso te da la oportunidad de jugar al día siguiente y mejorar.

Mi cambio más grande fue empezar a competir con lo que tengo, aceptar mis debilidades y con lo poco o mucho que tengo, hacerme fuerte en eso y dejar de pensar en jugar lindo. Cuando le saqué un poco de drama al jugar lindo o feo y empecé a pensar en esto como un trabajo, me cambió totalmente".

—Tras tu paso por Santiago, ¿qué viene para ti?

“No sé si voy a descansar o iré a un Challenger en Monterrey. Quedan pocas semanas para el corte de Roland Garros y estoy 104° en el ranking y mi objetivo es entrar al cuadro principal. Recibiría un espaldarazo económico muy importante. Me daría tranquilidad”.

—Dejando el tenis de lado. Tu hermano era muy fanático de River y Marcelo Salas…

"Sí, heredé su fanatismo. Su locura por River. Él se casó con la remera de River y festejaba como Salas. Bueno él tiene algo especial con Chile, porque ganó su primer Futuro, primer Challenger y primer ATP acá. Yo también soy enfermo de fanático, pero no pude disfrutar mucho a Marcelo por la edad. Alexis Sánchez me hubiese encantado que en la etapa que estuvo Simeone hubiese juegue más, pero ya era distinto y se sabía que iba a estar poco. Pero bueno, yo creo que Chile es de River, porque siempre los chilenos rindieron muy bien".
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