Jeisson Vargas anotó el primer gol del partido.
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La Serena no logra salir del barranco. Hace menos de un mes, todo era alegría tras vencer a Temuco en la final de la liguilla por el ascenso, pero su regreso a Primera está siendo traumante. Este viernes sumó una nueva derrota al perder 2-1 en su visita a La Calera en el Nicolás Chahuán.
Los granates están en el fondo de la tabla. Cuatro partidos, cuatro derrotas y solo dos goles anotados. No juega mal el equipo de Francisco Bozán, pero adolece de poder de fuego y así lo paga. Los de la Quinta Región, en cambio, son uno de los elencos que mejor sabor de boca han dejado en este inicio de año. Con la victoria de hoy completan nueve puntos, alcanzan momentáneamente a U. Católica en la cima y llegan con un buen envión anímico para el partido de Copa Sudamericana ante el Fluminense. En la ida rescataron un meritorio empate a uno en el Maracaná.
Arrancó mucho mejor el conjunto cementero. Sus volantes construían con precisión de relojero en el centro del campo y sus externos volaban como flechas por las orillas. El gol llegó como consecuencia lógica de su dominio. Centro desde la derecha de Esteban Valencia y Jeisson Vargas la empalmó de primera en el segundo palo para vencer al debutante meta Gustavo Fuentealba a los 24'.
A los papayeros les costaba un mundo recuperar y cuando lo lograban, la pelota no les duraba nada. No había espacios, no había receptor. Sin embargo, el tanto de Vargas los estremeció y rápidamente conseguirían la igualdad. Solo tres minutos después, Jaime Valdés filtró un pase exquisito para Enzo Ruíz y el uruguayo convirtió de cabeza.
En el inicio de la segunda parte la escuadra granate se mostraba superior a su rival, pese a que ya no tenía a Valdés por lesión. Nicolás Baeza y Fabián Hormazábal dilapidaron ocasiones increíbles. Parecían bien encaminados los serenenses, pero tal como les pasó ante Cobresal, terminaron siendo víctimas de su falta de eficacia.
A los 62' Juan Leiva recuperó en campo propio y picó al área. Sebastián Sáez lo vio y le puso el balón en la cabeza para que le devolviera la ventaja a los caleranos.
El partido se hizo frenético. Los arqueros de ambos elencos pasaron a ser figuras y no hubo más goles por cosa de centímetros. En la última jugada del partido, David Montoya le reventó el travesaño al meta Alexis Martín Arias. No se le da una al equipo de Francisco Bozán y la ansiedad lo comienza a carcomer.
