No le faltan problemas a la Universidad de Chile.
A la falta de dinero para reforzar a un plantel que lucha por salir de la parte baja de la tabla se suma la fuga de tres jóvenes talentos de la cantera en el reciente mercado de pasos.
El último en partir fue Gonzalo Collao. El golero de 21 años debía volver de su préstamo en Cobreloa y los laicos querían extenderle el vínculo. Sin embargo, el ex seleccionado sub 20 nuevamente iba a salir cedido, esta vez a Everton. Prefirió ir a probar suerte al Extremadura, de la segunda división de España.
"Me da mucha pena que los jugadores formados en casa no quieran jugar en la U. ¿Es mejor irse a jugar a la tercera división en Europa o pelear un puesto en la U?", expresó el director deportivo del club, Rodrigo Goldberg.
La respuesta del representante del golero, Marcelo Contreras, no tardó en llegar. "Es evidente que no jugaría (en la U). La posibilidad de Gonzalo de jugar en la U era cercana a cero. Es tercera alternativa", dijo en diálogo con Fox Sports.
Fue el segundo golpe consecutivo para la dirigencia en pocos días. Durante el fin de semana se confirmó la marcha de Nicolás Clavería, también al Extremadura. El volante central, que llegó al cuadro laico a mediados de 2016, era considerado uno de los grandes proyectos a futuro.
"Mi sueño es debutar en el primer equipo y después consolidarme en la U. También ganar cosas importantes y después pensar en ir al extranjero", le comentó el futbolista al canal oficial de los azules en marzo de este año.
Clavería entrenaba desde marzo con el primer equipo, pero se habría hartado de no tener oportunidades de jugar. Desde la U dicen que va a prueba al Extremadura, pero el entorno del jugador le afirmó a El Mercurio que ya se desvinculó del club.
Antes de Collao y Clavería, Yerko Leiva fue el que abandonó el CDA. Si bien el mediocampista de 21 años recibió una oferta para renovar, la rechazó por considerar que la propuesta llegó muy tarde (le faltaban dos semanas para quedar libre) y que Azul Azul no estaba realmente interesado en su caso.
Si se retrocede en el tiempo, hay muchas otras fugas de talento desde el elenco universitario. En 2014, Valver Huerta se desvinculó del club para irse al Granada. Venía de jugar un Mundial Sub 20 con Chile.
Un año después, Nazareno Solís regresó a Argentina luego de no ser tenido en cuenta por Martín Lasarte. El buen nivel mostrado en Talleres hizo que lo comprara Boca Juniors y la última temporada estuvo a préstamo en San Martín de San Juan.
Otro caso es del argentino Valentín Castellanos. Disputó un par de partidos con el primer equipo y se quedó sin contrato. Actualmente es figura en el New York City de la MLS.
