EMOLTV

De la celebración cruzada al silencio y "funeral" azul: Los contrastes en camarines tras la goleada de la UC a la U

Después del triunfo 4-0 de los precordilleranos, los jugadores laicos quedaron muy cabizbajos y sólo Johnny Herrera dio la cara.

14 de Abril de 2019 | 19:02 | Por Matías Harz, Emol
imagen
Emol/Agencias
SANTIAGO.- Fue un día de contrastes en la edición 188 del clásico universitario. Tras la abultada goleada por 4-0 de Universidad Católica sobre Universidad de Chile, se vieron las dos caras de la moneda en San Carlos de Apoquindo: La celebración cruzada y, por otra parte, el silencio y desazón azul.

En la cancha, apenas el árbitro Roberto Tobar hizo sonar su silbato, los jugadores franjeados alzaron sus brazos y festejaron apasionadamente un triunfo que los dejó líderes del Torneo Nacional.


El plantel se abrazó, conversaron unos minutos y fueron todos juntos a celebrar y cantar junto a la barra de la UC, ubicada en la galería Mario Lepe. Se notaba que querían sacudirse de la dura derrota del miércoles ante Libertad por Copa Libertadores y lo hicieron con todo.

En la vereda contraria fue completamente diferente el ambiente tras el final del encuentro. Algunos futbolistas laicos se miraban entre ellos buscando una explicación al desastre que recién había ocurrido y otros se fueron raudamente al camarín.


El técnico Alfredo Arias, después de recibir insultos de los pocos hinchas de la U que estaban en el sector de marquesina, fue a consolar a los jugadores más afectados, como Rafael Caroca y Sebastián Ubilla.

Ya en los camarines, los contrastes continuaron. La felicidad estaba a flor de piel en los cruzados. Había muchos familiares acompañando a los jugadores, quienes se relajaban escuchando música en el camarín y se sacaron fotos con todo el plantel para inmortalizar este día que a pocos franjeados se les olvidará.


Cuando salieron camino hacia el bus, algunos jugadores de la UC no quisieron hablar con la prensa, pero siempre con una sonrisa que evidenciaba una tremenda satisfacción. Otros como Matías Dituro, Stefano Magnasco, Luciano Aued y Duvier Riascos, sí dieron sus impresiones y conversaron abiertamente con los medios.

El "funeral" azul

En tanto, el camarín azul fue un "funeral". Los directivos Sabino Aguad y Mario Conca no se manifestaron y ambos estaban desconcertados por la goleada recibida. Pero la dirigencia no fue la única golpeada, los jugadores estaban aún peor.

Luego de una hora de finalizado el encuentro, comenzaron a salir del camarín uno a uno los jugadores de la U. El silencio se apoderó de todos. Unos se fueron con la frente en alto, pero sin declarar, y la gran mayoría se dirigió al bus cabizbajo y con amargura.

Matías Rodríguez el más afectado

El caso de Matías Rodríguez fue el más evidente. El lateral derecho salió caminando muy despacio, en silencio, mirando hacia el piso, con una capucha puesta y, además, se largó de San Carlos rengueando.

El único que dio la cara en la U fue el capitán Johnny Herrera, quien habló con la prensa por un poco más de tres minutos. El portero, con una mirada de resignación, sostuvo que "nos vamos con mucha amargura. Estamos en una situación difícil y tenemos que salir de esta posición en la que estamos. Es duro, no es fácil venir y que te hagan cuatro goles, no hicimos nada de lo que hablamos en la semana, los dejamos jugar", dijo Herrera antes de marcharse.
EL COMENTARISTA OPINA
¿Cómo puedo ser parte del Comentarista Opina?