PISCO.- Sin lugar a dudas, en las motos el Rally Dakar 2019 tendrá un final de infarto. Este miércoles Pablo Quintanilla salió en la penúltima etapa de la carrera con la obligación de salir a fondo para recortar el minuto y 3 segundos que lo distanciaba del líder de la general, el australiano Toby Price.
Y si bien la carta nacional no bajó en la clasificación, su misión de acortar las distancias tampoco fue muy exitosa. El sanantonino cruzó la meta apenas un segundo antes que el piloto de KTM, por lo que este jueves, en la última especial, la velocidad será fundamental para las aspiraciones del criollo de consagrarse por primera vez en el Dakar.
Y "Quintafondo" lo tiene claro. "Mañana no hay respiro. Hay que atacar al 120% de inicio a fin y esperar a ver cómo sale todo", dice el piloto sabiendo que los 112 kilómetros de especial que lo esperan este jueves no habrá tiempo para bajar el ritmo.
"Va a ser muy parecida a la etapa del primer día. Espero que no me toque polvo, en la parte de atrás hay unos ríos secos. Lo ideal sería no alcanzar nada de polvo para no tener que bajar el ritmo por visibilidad. Será difícil, pero no imposible. Cualquier cosa puede pasar y hay que estar preparado para hacer esos 100 kilómetros a alta intensidad y vamos a ver cómo sale la carrera", complementó.
Además, con respecto a sus posibilidades de alzarse mañana jueves con la victoria en la competencia, Quintanilla explicó que "no pensé que iban a ser los tiempos tan ajustados, pero siempre tuve como objetivo estar en los primeros lugares. Estar en el podio ya era una excelente performance, para mí y para todo el equipo, pero siempre mi deseo ha sido ganar el Dakar. No es una sorpresa para mí estar en esta posición. Mañana tengo que salir a atacar y dar el cien por ciento para ganarlo".
Por último, con respecto a la férrea lucha que hoy libró con el australiano Price, el chileno afirmó que "veníamos los dos pendientes uno del otro. En las zonas críticas de navegación nos quedábamos atrás para ver a dónde salían los primeros pilotos, para ver dónde marcaban los waypoints y luego marcábamos nosotros. Pienso que él iba con la misma estrategia de no perderme de vista".
