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Un frío saludo con Guede y fue uno más en fiesta del camarín: Cómo vivió el "cortado" Barroso el triunfo de Colo Colo ante la U

El zaguero llegó y se fue del Estadio Nacional junto al resto de sus compañeros, pese a que el técnico ni siquiera lo convocó a la banca de suplentes.

16 de Abril de 2018 | 10:30 | Por Leonardo Vallejos, Emol
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Barroso está "cortado" por Guede.

Pantallazo
SANTIAGO.- La expectación era grande. A las 10:18 horas del domingo arribó el bus de Colo Colo al Estadio Nacional para disputar el Supeclásico 183 contra la Universidad de Chile.

Como siempre, el primero en bajarse fue el técnico Pablo Guede. Pero la atención estaba puesta en si llegaría o no Julio Barroso, jugador que por segundo partido consecutivo ni siquiera fue convocado al banco de suplentes.

Y sí. Apareció el "Almirante". Jeans, polera blanca y lentes de sol. Se excusó de hablar con los medios y raudo se dirigió al camarín. Esa una muestra de que los roces y declaraciones en su contra eran ya cosa del pasado y que era uno más del plantel.

Barroso se vio en todo momento acompañado de los otros "cortados". Bryan Vejar, Bryan Carvallo y Nicolás Maturana estuvieron siempre junto a él. Hasta que se cruzó directamente con Guede.

Según se pudo apreciar en las imágenes de televisión, el DT se acercó al zaguero para saludarlo. Éste ni se inmutó y sólo atinó a darle la mano. Una evidencia de que la frase "él entrena, yo dirijo" era cierta. Nula amistad entre ambos.

A poco de iniciar el partido se sentó en uno de los palcos del Nacional. No en el mismo donde estaba el presidente Aníbal Mosa, sino que en uno continuo. Se veía incómodo. Sabía que todos los focos de las cámaras lo apuntaban a él.

Ante el primer gol de Esteban Paredes sólo aplaudió. Luego, con el segundo del "Tanque", un golazo, fue algo más demostrativo y levantó los brazos en señal de alegría. Con el tercero, el de Claudio Baeza, repitió el aplauso.

De ahí, otra vez raudo a camarines. Y en las entrañas del Nacional fue uno más. Celebró con sus compañeros el triunfo. Los mismos compañeros que el fin de semana pasado recriminaron su mensaje en Twitter, y los mismos ante los cuales se presentó a dar explicaciones.

Incluso, apareció en las imágenes festejando con todo en los vestuarios. ¿Se fue solo? No. Tal como llegó, se subió al bus que trasladó al equipo hasta el hotel de concentración. Claro, en completo silencio.
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