Érika Olivera será la abanderada de Chile en los Juegos Olímpicos de Río.
Photosport
SANTIAGO.- La dura confesión que realizó ayer Érika Olivera en la revista "Sábado" de El Mercurio, donde
reveló que fue abusada por su padrastro durante más de diez años, causó gran repercusión en el mundo deportivo e incluso político.
Pero la tónica es una: muestras de apoyo para la atleta. Por eso, fue ella misma quien se encargó de agradecer las diversas expresiones de solidaridad.
"Cada persona tiene su tiempo, hace mucho decidí que éste sería el mío. Gracias por el total apoyo. Me saqué una gran carga. Cariños", publicó Olivera en su cuenta oficial de Twitter.
Una de las que apoyó a la abanderada chilena en los Juegos Olímpicos fue Claudia Pascual. La ministra de la Mujer, en conversación con El Mercurio, señaló que "solidarizamos con Érika, y valoramos su decisión de contarlo públicamente. Además, condenamos los abusos y violaciones a las mujeres en todas sus formas".
"Lamentablemente, la realidad que Érika vivió es la que viven muchas niñas y adolescentes", añadió Pascual.
Otra que respaldó la decisión de Olivera de contar los abusos fue Natalia Riffo, ministra del Deporte. "Nos da un mayor orgullo de que sea nuestra abanderada. Es una demostración de de fortaleza, de resiliencia. Ella no sólo ha dado todo en el ámbito deportivo, sino que se ha sobrepuesto a temas emocionales tremendos".
Aunque las muestras de admiración hacia la atleta no quedaron ahí. Neven Ilic, presidente del Comité Olímpico, aseguró que "Érika siempre ha sido muy especial para nosotros. Ha sido un ejemplo incluso antes de contar lo que contó. Siempre ha tenido un carácter de luchadora, es capaz de decir lo que piensa, de buscar el éxito a través del sacrificio. Siempre nos ha impresionado por eso".
Y Sebastián Keitel, ex atleta y quien fue abanderado de Chile en los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996, afirmó que "ya la admiraba, y ahora que sé su historia, la admiro mucho más. Con mayor razón se merece esa bandera, y los triunfos que ha conseguido".
