Las autoridades de Kansas, Estados Unidos, investigan cómo un hombre que había sido detenido y esposado con sus manos detrás de la espalda pudo robar un auto de la policía para huir de la custodia y protagonizar una persecución a alta velocidad por cerca de 50 kilómetros antes de ser nuevamente capturado.
Según indican medios locales, el insólito hecho ocurrió el pasado fin de semana cuando el residente de Florida, Joshua Swartwout, fue arrestado por un agente policial acusado de haber robado un automóvil horas antes.
Tras su detención, el hombre fue esposado con sus manos en la espalda y sentado en el asiento del copiloto de la patrulla. Aprovechando un descuido del uniformado, el sospechoso se pasó hasta la butaca del conductor y emprendió su huida, alcanzando velocidades de hasta 160 km/h, conduciendo presuntamente solo con sus rodillas.
El portavoz de la Patrulla de Caminos de Kansas, Trooper Tod Hileman, dijo en declaraciones reproducidas por ABC News, que el hombre fue sentado en el lugar del copiloto ya que el auto policial carecía de la tradicional jaula que separa los asientos traseros de los delanteros.
Cuando iban rumbo hacia el cuartel policial para tomar los datos del detenido, el oficial que conducía la patrulla presenció un accidente de motocicleta y se detuvo para ayudar.
Fue precisamente en ese momento, indica un comunicado de prensa de la Patrulla de Caminos de Kansas, que Swartwout se deslizó hasta el asiento del conductor para concretar su escape, aún cuando sus manos seguían atadas a su espalda.
Inmediatamente otras patrullas se sumaron a la persecución del hombre, la que se extendió por cerca de 50 kilómetros y donde se alcanzaron velocidades punta de 160 km/h. en una carretera de solo dos carriles.
El sospechoso fue finalmente detenido cuando iba rumbo a la frontera con el estado de Colorado solo porque el vehículo policial se quedó sin combustible para seguir adelante. Cuando la policía finalmente logró detener al temerario conductor, aún se encontraba esposado.
“Como instructor de conducción de persecución de alta velocidad durante 20 años, solo puedo asumir que estaba usando sus rodillas”, dijo Hileman al intentar explicar el insólito hecho.
