Finalmente el mundo tiene un nuevo récord mundial de velocidad para autos de producción luego que el SSC Tuatara rompiera, en un nuevo intento, la marca oficial (447,24 km/h) que estaba en manos del Koenigsegg Agera RS desde 2018.
Según se informó, el hypercar estadounidense consiguió promediar 455,3 km/h en sus dos pasadas, ida y vuelta, en un tramo asfaltado de 3,7 kilómetros ubicado en el Centro Espacial Kennedy en Florida (EE.UU.).
Si bien este registro le alcanza para batir la marca mundial del exclusivo deportivo sueco, no fue suficiente para derrotar el cronos alcanzado por el Bugatti Chiron Super Sport 300+ en 2019.
El auto del fabricante francés alcanzó ese año una velocidad punta de 490,84 km/h en una pasada, pero no cumplió con el reglamento de los récords mundiales al no recorrer el tramo en sentido contrario, de ahí que no se considere esta marca en el registro oficial.
Las dudas de octubre
Ya en octubre del año pasado el SSC Tuatara realizó una prueba donde, dijeron, había roto ambas marcas al promediar una velocidad de 508,73 km/h en las dos pasadas y donde se alcanzó una velocidad punta máxima de 532,9 km/h.
No obstante, al liberar los registros audiovisuales de la prueba no fueron pocos los expertos que pusieron en duda los registros informados. Incluso, el mismo piloto del hypercar aseguró que no tenía un real conocimiento de las verdaderas velocidades logradas.
Dado los duros cuestionamientos, el equipo del SSC Tuatara decidió anular la prueba y volver a repetirla, algo que se acaba de concretar con esta última marca en Florida.
Detalles de la última prueba
Según se informó, en esta oportunidad el hypercar fue equipado con sistemas de telemetría de cuatro proveedores diferentes para garantizar la precisión y la máxima transparencia posible.
Así las cosas, en su primera pasada alcanzó una velocidad de 450,1 km/h, registro que llegó a los 460,4 km/h en el recorrido de regreso para promediar los 455,3 kilómetros por hora registrados.
A diferencia de la fallida prueba de octubre, en esta oportunidad el SSC Tuatara no fue conducido por un piloto profesional, sino que por el propietario dueño de la unidad usada para la prueba.
Este factor, sumado a las reducidas dimensiones de la pista, hacen suponer que los responsables de hypercar estadounidense planean realizar una tercera prueba para finalmente derrotar el registro del Chiron y exprimir todo el potencial del deportivo.
