Los amantes de los autos de lujo o deportivos pueden llevar su pasión por las tuercas al mundo de las joyas gracias a una empresa estadounidense con sede en Los Ángeles que desde hace un tiempo
decidió crear prendas con partes de vehículos accidentados. Se trata de la compañía
Crash Jewelry que fue fundada en el 2013 y que desde ese entonces comenzó a ganar popularidad poco a poco entre los aficionados a la moda y a los autos de lujo.
La idea surgió de Christi Schimpke cuando trasladó su estudio de arte al taller de su marido quien se d
edica a reparar marcas como Porsche, Maserati o BMW.
Fue ahí cuando la diseñadora comenzó a crear estas piezas únicas con el metal de autos de la talla de
Ferrari, Mercedes-Benz, Lamborghini y muchos más. Schimpke, que tiene experiencia en historia del arte, comenzó a trabajar con metal cuando descubrió su pasión por la fabricación de joyas después de tomar diferentes cursos de orfebrería hace unos años.
De esta manera, la diseñadora es capaz de crear brazaletes o collares, entre otras joyas,
hechas con partes del capó, puerta o paneles laterales extraídos de los autos. Cada pieza de joyería está hecha a mano y cuenta con la pintura original de los automóviles. Además, cada artículo viene con un certificado de autenticidad que indica el tipo de automóvil del que proviene y la fecha en que se fabricó.
