Adam Gompertz es un artista que a lo largo de su vida ha estado ligado a la industria automotriz, puntualmente en los diseños de vehículos de lujo como Rolls-Royce y Aston Martin. Pero además, su historia también gira en torno a la religión y de ahí que sea considerado como uno de los diseñadores más singulares del mundo conocido en muchos lugares como el “sacerdote dibujante”.
El amor de Gompertz por el dibujo y el diseño de autos comenzó desde pequeño. “Teníamos un amigo de la familia que tenía un concesionario de Aston Martin y él solía traer a Aston o folletos, y eso era todo. Me enganché. Me sentaba allí y dibujaba, dibujaba y dibujaba. Y creo que he estado dibujando autos desde que tenía unos cinco años”, contó a al medio Jalopnik.
Lejos de desaparecer, con el paso de los años su interés por el dibujo fue creciendo y fue así como decidió estudiar en la Universidad de Coventry, Reino Unido. “Hice el curso que todos los diseñadores de automóviles tomaban en ese entonces”, contó.
Luego de sus años de estudio logró entrar a trabajar como diseñador a MG Rover, fabricante inglés que al poco tiempo quebró dejando a Gompertz y cientos de trabajadores a la deriva.
Después de eso “pasé tres años trabajando en el extranjero para consultoría y haciendo cosas geniales como tractores y cosas. Luego hice un diseño de yate, y terminé en Rolls-Royce”.
En el gigante de lujo británico estuvo varios años realizando proyectos de personalización para los vehículos de los clientes.
El paso a ser sacerdote
En 2011 Gompertz dio un giro radical en su vida y decidió convertirse en sacerdote. “Siempre he tenido mi propia fe cristiana desde que era un niño, mi padre era un vicario y por eso siempre me preguntaba si eso sería algo para mí”, explicó.
De esta forma el hombre realizó distintas capacitaciones y cursos y postuló a la iglesia para ser sacerdote. “Un día mi esposa me llamó y me dijo que la iglesia me había enviado una carta aceptándome”, aseveró.
Fue así como Gompertz comenzó con su vida sacerdotal pero siempre con la atención puesta en el diseño automotriz.
Aún con ese amor por el dibujo, el ahora sacerdote envió sus trabajos al mandamás de Aston Martin para probar suerte. “Empecé a enviarlos a Andy Palmer (CEO del fabricante) y realmente le gustaron”, dijo.
Así las cosas Gompertz llegó a trabajar a Aston Martin lo que “implica en estar eventos como Goodwood, dibujar en vivo, conversar con las personas en el stand o el VIP, etc”. Todo eso lo hace en paralelo a su vida religiosa y el sacerdocio que lo convierten en uno de los pocos, quizá el único, cura diseñador de autos del mundo.
