Para nadie es un misterio que el futuro de la industria automotriz apunta a los vehículos conectados, autónomos y compartidos y en ese escenario los constructores más grandes del mundo han convertido a China en un verdadero laboratorio de pruebas.
El gigante asiático es uno de los países preferidos por las empresas para realizar sus pruebas de la nueva tecnología pero también de los sistemas de transporte compartido como Didi, el símil de Uber en China.
De hecho, el sector chino de transporte está dominado al 90% por Didi y representó 28.000 millones de dólares el año pasado, la mitad del mercado mundial, un volumen que debería doblarse antes de 2022, según la consultora Statista.
En ese sentido, Zhao Guoqing, vicepresidente de Great Wall Motors, señaló que "no nos podemos limitar a desarrollar autos eléctricos. Tendrán que ser inteligentes, interconectados y naturalmente compartidos".
Por eso los fabricantes proponen no solo vehículos clásicos sino también nuevos modelos llenos de tecnología y están empezando a colaborar con empresas de transporte a la demanda.
"No podemos seguir siendo un fabricante tradicional, hay que ofrecer soluciones de movilidad, de conectividad", afirmó Stephan Wöllenstein, director de Volkswagen China.
El francés Renault, que acaba de llegar a China, tiene una empresa conjunta con Brilliance y ya firmó un acuerdo con Didi para fabricar 600 monovolumen personalizados.
"Didi quiere desarrollar vehículos de este tipo con muchas marcas, más adaptados a su actividad, repensados para cada pasajero", explicó Michael Dong, vicepresidente de Renault-Brillance.
Taxis autónomos
Pero China no solo se caracteriza por ser el mayor albergue de los vehículos compartidos, sino también de los coches autónomos y conectados y las políticas del gobierno también apuntan a eso buscando descongestionar las grandes ciudades.
En ese contexto se siguen desarrollando y probando vehículos con conducción autónoma, una tecnología ideal para los pequeños vehículos compartidos en el entorno urbano y que los fabricantes consideran esencial para sus nuevos coches particulares.
La compañía francesa de equipamiento Valeo, que ofrece entre otros captores de ultrasonidos, cámaras y radares, indicó que el año pasado registró pedidos por mil millones de euros relacionados con los 'robotaxis' en el mundo.
La aparición de estos nuevos vehículos sin conductor es inminente, asegura François Marion, presidente de Valeo China.
