SANTIAGO.- "Hoy se cumplen once meses desde que fui víctima de abuso (...) Luego de un largo día de trabajo, compañerismo y distensión, me fui a dormir como otro día cualquiera, sin sospechar que cuando despertara, mi vida habría cambiado para siempre. Cuando desperté, me di cuenta de que había sido vulnerada, que por un momento dejé de existir, dejé de ser persona y pasé a ser una cosa que se podía usar. Ese día me cambió, ese día me rompieron, me rompiste".
Con esas palabras –que publicó en Facebook y en una carta que envió al rector–, Macarena Maggi, de 25 años, alumna de ingeniería civil de la Pontificia Universidad Católica, describe el abuso sexual del que –acusa– fue víctima por parte de un compañero de carrera.
Según trascendió, el supuesto agresor formaría parte del movimiento político "Solidaridad" (de derecha), que recientemente disputó las elecciones de la FEUC. Macarena afirma que, si bien él no estuvo entre los candidatos, sí participó en la campaña de primera vuelta, que se realizó el mes pasado. "No puede ser que alguien que cometa este tipo de actos perteneciera a un movimiento político conservador. Más aún, que se llenara la boca de cómo trabajaba por las personas cuyos derechos eran vulnerados en distintos ámbitos, siendo que mis derechos le habían importado nada", señala la joven en su carta.
Dice que lo primero que hizo fue acudir a dicho movimiento –por el que ella misma había votado–, pero comenta Emol que "ellos no hicieron absolutamente nada" y que sólo por "presiones externas" finalmente el estudiante fue desvinculado de esa agrupación. En ese sentido, considera grave que "la universidad no ponga ninguna restricción a las personas que quieran ser representantes". "Él podría en este momento ser parte de la federación de estudiantes y la universidad no tiene ningún proceso que regule a los alumnos que tienen cargo de representación política", cuestiona.
La investigación de la universidad terminó sobreseyendo al estudiante
Macarena también realizó la denuncia formal en la universidad, que abrió un "proceso de responsabilidad", un sumario a cargo de la Secretaría General, el cual, tras once meses, el pasado 2 de noviembre, decidió sobreseer al estudiante por falta de pruebas, lo que la afectada considera "una burla". "Esperé once meses para que me dijeran que mi testimonio, mi angustia y el quiebre completo en mi vida no era suficiente", lamenta.
La joven critica el proceso que llevó a cabo la institución, por el tiempo que se tardaron en realizarlo y porque asegura que "no hubo peritajes psicológicos ni a mí ni a él y no hicieron seguimiento de la denuncia que estaba en la Fiscalía".
Junto a esto, critica el "completo abandono" que –asegura– sufrió por parte de la universidad durante todos estos meses. "A mí nadie me llamó, nadie me dijo nada en estos once meses, nadie se preocupó. Anulé un semestre, podría haberme ido de la universidad y nadie sabía", cuenta a Emol. Y en su carta hace una crítica a la universidad, señalando que "se llena la boca del bienestar de sus estudiantes, pero que sin embargo nadie nunca me preguntó cómo yo estaba, nadie me habló, nadie me preguntó si necesitaba algo".
"Es algo que te destruye"
La joven relata lo difícil que ha sido este tiempo: "Todo el año dándome la vuelta larga para no tener que verlo (...) caminando con la cabeza abajo para no verlo, fingir que miro el celular o me molesta el sol, para evitar mirar a la gente, porque en cualquier momento podía aparecer". Agrega que "es algo que te destruye, te carcome por dentro, te chupa la vida. Es una astilla, está siempre presente, momentos alegres, momentos tristes, momentos de paz, siempre está. No duele todo el tiempo, pero siempre está, siempre molesta, no se olvida. El peor momento es cuando estás sola, es cuando esa astilla se vuelve un tronco, cuando es lo único presente y lo demás se olvida".
Macarena cuenta a Emol que el viernes pasado se reunió con el decano de su facultad, quien le prestó apoyo psicológico y le ofreció cubrir todos los gastos asociados a ese tema. Gracias a eso, finalmente pudo iniciar un tratamiento. "Empecé a ir al psiquiatra el lunes y ellos van a cubrir 100% eso. En el momento en que se enteró ingeniería hicieron mucho más que en once meses la universidad", recalca.
También dice que recibió una respuesta del rector, Ignacio Sánchez, "donde me decía que tenía mucha pena por el mail que había recibido, que no tenía conocimiento del tema, que iba a pedir que se reabriera el caso y ánimo". Dice que si bien valora el "gesto" de la autoridad, afirma que "el problema de raíz no se soluciona con ese gesto, (porque) el proceso sigue siendo el mismo".
La joven anuncia que también apelará a la decisión del sumario de la universidad, para lo que tiene plazo hasta el jueves. Mientras sigue abierto el proceso en la Fiscalía. Afirma que su intención "más que se aplique una sanción concreta, es que la investigación se lleve a cabo como se tiene que hacer". "No pueden decidir eso tras una investigación tan mediocre. Tampoco busco una funa al movimiento ni a él, sino que el proceso sea justo y con mayor acompañamiento a las víctimas. No puede ser que yo tenga que hacer esto público para que la gente le empiece a importar", subraya.
