SANTIAGO.- Este sábado se cumple un mes desde que se inauguró el nuevo teleférico del Parque Metropolitano, en el cerro San Cristóbal. El sistema volvió renovado el 24 de noviembre después de haber estado cerrado por siete años y ya se está transformando en un imperdible para los santiaguinos y los turistas que visitan la ciudad.
Hoy cumple 20 días de funcionamiento -los lunes está cerrado por mantención y la semana pasada se hicieron afinamientos- y en estas jornadas más de 80 mil personas lo han visitado, publica
"El Mercurio".
El director del Parque Metropolitano de Santiago, Mauricio Fabry, describe los primeros días de operación como "una grata sorpresa", pues cuenta que "en promedio, durante la semana, estamos teniendo 3 mil visitas diarias y en los fines de semana, 9 mil".
Esa cantidad de pasajeros superó las expectativas: la estimación inicial era que el máximo de personas a transportar en una jornada sería de 8 mil.
Por esa afluencia de público, cuenta Fabry, se ha debido "extender la jornada (de funcionamiento) para que nadie se quede sin el teleférico". Es así como, si de martes a domingo el sistema funciona de 10:00 a 20:00 horas, en varias jornadas el cierre ha debido realizarse a las 21:00 horas.
De esta forma, el afinamiento que se debía hacer al cumplir 500 horas de funcionamiento, y que se estimaba para enero, debió realizarse la semana pasada. Por ello, el teleférico no funcionó entre lunes y viernes, y retomó la actividad el sábado.
Según lo observado por la administración del Parque Metropolitano, la hora peak de uso del teleférico se produce entre las 13:00 y las 15:00 horas, cuando subir a un carro puede demorar hasta 50 minutos. En el resto de la jornada, ese tiempo llega a un máximo de 20 minutos.
La apertura del teleférico era esperada, pues por 29 años las cabinas de colores fueron parte del paisaje santiaguino hasta que un desperfecto en 2009 provocó su cierre, que se extendió hasta este año.
Por eso, Fabry atribuye gran parte de la afluencia de gente al factor "novedad". El director plantea que "esperábamos para los primeros días una alta ocupación, pero creemos que luego va a bajar un poco, cerca de la segunda quincena de enero".
Entre los visitantes abundan los extranjeros -ayer en una fila de 25 personas, cerca de la mitad tenía nacionalidad estadounidense, brasileña o japonesa-, pero también turistas chilenos, deportistas que suben a la cumbre con sus bicicletas para luego descender en estas, y cursos de colegios que incluyen el teleférico entre los destinos de sus paseos de fin de año.
Inicio accidentado
En el tiempo que lleva funcionando, el teleférico ya ha enfrentado al menos dos contingencias que obligaron su evacuación.
La primera fue dos días después de haberlo inaugurado, en su primer fin de semana, cuando un incendio en el cerro San Cristóbal en la zona donde están instaladas las antenas hizo que se activara el protocolo de emergencia.
Una semana después, un corte de luz en cuatro comunas de la capital también hizo que se ordenara la desocupación del sistema, aunque este siguió funcionando con sus generadores eléctricos.
"Se nos puso a prueba inmediatamente", dice Fabry, pues advierte que todos los protocolos "que habíamos visto en documentos los tuvimos que poner en práctica".
