SANTIAGO.- Ya es conocido: compra de útiles y uniformes escolares, pago de la patente y el resabio de las deudas que pueden dejar las vacaciones de verano convierten a marzo en uno de los meses más temidos para las finanzas familiares.
Y mientras algunas personas son beneficiadas por el Aporte Familiar Permanente que entrega el Gobierno, hay otras que recibirán una ayuda directa de su empleador.
Así lo reveló un estudio de Page Personnel, compañía de reclutamiento especializado, que reveló que el 38% de las empresas en Chile entregarían bonos para sus colaboradores durante marzo.
Dentro de las compañías que deciden adoptar este tipo de beneficios, el 20% son de carácter nacional mientras que el 18% restante corresponden a multinacionales.
De acuerdo a Marcelo Matamala, senior consultant de Page Personnel, es necesario tener en cuenta que las industrias realizan estas acciones de manera voluntaria y como forma de incentivo. La mayoría de las veces se trata de gift cards o dinero en efectivo que va entre los $70 mil y los $100 mil.
Asegura que el efecto de este tipo de incentivos en los colaboradores es positivo y su retribución se ve en el desarrollo motivacional y de sentido de pertenencia, lo que permite trascender una cultura corporativa.
De acuerdo al estudio, el 46% de quienes reciben este incentivo está conforme con el monto. Del total de beneficiados el 61% decide ahorrar el dinero y ocuparlo en proyectos futuros, el 20% para comprar uniformes, pagar útiles y matrículas escolares y el 15% lo utiliza para tomarse unas pequeñas vacaciones.
Según Marcelo Matamala, de las cifras presentadas "se puede inferir que las empresas nacionales incluyen este concepto como parte de sus beneficios, ya que entiende nuestra idiosincrasia, tal como sucede con los aguinaldos en épocas estivales. Las multinacionales en cambio, poco a poco van adecuando estos bonos a su parrilla de beneficios".
Finalmente los expertos en reclutamiento concluyen que, si bien este tipo de acciones son voluntarias, las compañías que no entregan bonos ven en sus colaboradores un desarrollo menor en la motivación y el sentido de pertenencia, en comparación a aquellos trabajadores que sí reciben este tipo de incentivos.
